Para el buen aficionado español al fútbol, el 11 de julio de 2010 no es una fecha más en el imaginario de su recuerdo. Es ese día en el que Iker Casillas alzó al cielo de Johanesburgo la Copa del Mundo, la primera (y hasta la fecha última) lograda por la Selección Española. Y para el aficionado a la prensa rosa, aquella cita, en relación a nuestros jugadores, quedará marcada por dos hitos: el beso del propio Iker a Sara Carbonero en una conexión en directo tras ganar la final, ella como entrevistadora y el como entrevistado; y el romance que nació gracias al himno oficial del campeonato, el de Shakira y Gerard Piqué.
Este mes de mayo se cumplen 10 años del lanzamiento de ese ‘Waka waka’ del que, si bien la mayoría no somos capaces de pronunciar con exactitud la letra de su estribillo, nos provoca que esbocemos una sonrisa al escucharlo. A Shakira y Piqué, más. Porque quiso el destino que sus caminos se cruzaran en el rodaje de aquel videoclip, y tras el calentamiento propio del contoneo de la mujer que mejor mueve las caderas en el mundo, empezó un partido del que ahora, se cumple una década.
Sí, diez años. Diez años en los que han pasado de dar hasta el más ínfimo de los detalles de su acaramelamiento inicial hasta esa montaña rusa de crisis cacareadas en los medios de comunicación, con continuas ‘cortadas de rollo’ a esos rumores, de manera conveniente y cuando les ha dado la gana, usando esas mismas redes que sirvieron para dar pistas de todo lo que hacían en los compases iniciales de su amor.
Si por los mentideros fuera, la pareja habría batido el récord de separaciones y reconciliaciones de la historia del ‘cuore’. Si su veracidad es tal o no, queda para la intimidad de los protagonistas. Porque se ha hablado de desaires en plena calle y hasta de desplantes en eventos públicos de la cantante al central culé, pero lo cierto es que, la imagen que siguen dando es la de una pareja que, ahora, tiene una empresa mayor que el mayo de 2010.
No nos referimos a empresas en el sentido mercantil de la palabra, que también (hay pocos deportistas con tanta mano para sacar provecho empresarial como Piqué: la última demostración, la puesta en pie de esa nueva Copa Davis). Nos referimos a los dos hijos que han nacido en este tiempo (y a los que hace referencia ella en su canción ‘Me enamoré’: «Contigo yo tendría diez hijos, empecemos por un par«).
El primero de ellos, Milan, llegó al mundo el 22 de enero de 2013. El segundo, Sasha, casi clavó la fecha, pero dos años después: nacía el 29 de enero de 2015. Ambos, en la Clínica Teknon. Ambos bajo una llegada blindada (aunque con saludo de rigor a las puertas del centro médico barcelonés en el momento de regresar a casa). Y ambos con una pasión en común: la carrera deportiva de un padre al que adorar. Y viceversa.
Más allá de un papel
Ellos representan la cara amable de una relación, como decimos, de altibajos, al menos de cara a la galería de los titulares. También han sido usados como excusa para la especulación de si la pareja debería o no casarse. Porque, de haberlo hecho, nos han engañado a la perfección. Pero no parece el caso. Tampoco que tengan planes a corto plazo de hacerlo, y eso que el décimo aniversario de aquellos cimientos tan bien puestos, podría ser una ocasión redonda. Pero no.
Cumplen lo de «en la salud y en la enfermedad» sin precisar papeles mediante. ¿Hay que recordar el calvario que pasó Shak con sus cuerdas vocales y aquella hemorragia, llegando a temer por poder perder la voz, a finales de noviembre? Bueno, esa fue la fecha de inicio, porque el tortuoso camino duró varios meses. A su lado, tal y como le ha reconocido públicamente, Gerard. Al lado de Gerard cuando el fútbol le ha mostrado la amarga cara de las lesiones, Shakira.
También se han apoyado en otro de los baches más importantes: su choque frontal contra los intereses de Hacienda. La Fiscalía sigue detrás de la colombiana, intentando demostrar que hizo un dribling propio de su pareja con el balón, pero al fisco patrio. Ella sigue sosteniendo que no tenía aquí su domicilio, pero… Las fechas, los importes… Se sigue a vueltas con este capítulo que empezó, precisamente, por el comienzo de su relación con el futbolista.
Él tampoco se ha librado de esa sombra. El pasado verano la Audiencia Nacional desestimaba el recurso del zaguero y le hacía abonar 1,2 millones de euros en concepto de impuestos atrasados. Ella aún no ha pasado por caja, pero la Justicia sigue presionando por todo el campo para encontrar el hueco para marcarle el gol.
¿Quién le iba a decir a Iniesta que, diez años después de ese golpeo que acabó en la red, hablaríamos antes de su compañero Piqué que de él? Quizás, la propia Shakira, que tenía claro que acabaría con ese hombre con quien, casualidades del destino (o no), comparte hasta la fecha del cumpleaños: 2 de febrero.
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