Estas semanas de estancia obligatoria en nuestros domicilios están siendo una prueba de amor para las parejas que conviven en el mismo espacio. Pero claro, con el confinamiento pasa lo mismo que cuando concursas en Gran Hermano: dentro de la casa los sentimientos se magnifican tanto para lo bueno como para lo malo. Y eso se traduce en rupturas, como la que protagonizaban hace unos días Cara Delevigne y Ashley Benson; pero también en el anuncio de futuras bodas, que parece que es lo que van a hacer Lily Allen y David Harbour en cuanto la crisis sanitaria lo permita.
La cantante británica y el protagonista de Stranger Things llevan meses disfrutando de un ídilico romance bajo la atenta mirada de sus fans, que después de la sorpresa de descubrir que eran pareja, han podido seguir casi en directo la evolución de su romance. Sobre todo los que siguen a Allen en redes sociales, que acostumbra casi todos los días a realizar vídeos en directo donde se la ve hablando con Harbour con total normalidad.
Eso sí, una cosa es mantener viva la llama a distancia (Allen vive en Londres y Harbour estaba rodando con Netflix en Estados Unidos antes de que comenzara la pandemia); y otra muy distinta evitar que se apague por culpa de la convivencia. Y es que viendo que las cosas se ponían feas, David decidió trasladarse a Inglaterra para estar más cerca de su chica, con todos los peligros emocionales que eso conlleva.
Algo que, por suerte para ambos, no ha ocurrido.Al contrario, tan bien les va en su relación que la cantante acaba de confirmar de manera muy sutil que acaba de prometerse con Harbour. ¿Cómo? Haciéndose un selfie en un espejo de su casa donde muestra el flamante nuevo anillo de diamantes que adorna su mano.
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Aunque por si no quedara suficientemente claro, también ha hecho referencia a ello en el comentario que acompaña la imagen. No en el principal, donde presumía de abdominales, sino en respuesta a uno que le dejó un admirador preguntando si ese anillo era de compromiso. “Primera regla del club de las prometidas…”, contestaba ella. Un evidente homenaje a la película El club de la lucha en la que esa primera regla precisamente consistía en que “nunca se habla del Club de la lucha”.Y a buen entendedor, pocas palabras bastan… ¡Enhorabuena a la pareja!
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