Mitos sobre la cistitis: verdades y mentiras que debes desterrar

Las mujeres sufrimos con bastante frecuencia infecciones leves de orina conocidas también como cistitis. El verano es una época propiciapara padecerla: estar con el bañador mojado, el aumento de la temperatura, la humedad… son factores que pueden provocar su aparición. También nos deshidratamos con más facilidad y la orina se concentra más, lo que favorece la proliferación de bacterias… pero también existen otra situaciones que pueden provocar su aparición como aguantar las ganas de ir al baño o algunos anticonceptivos. Son muy molestas y a veces, recurrentes por eso existen algunos remedios naturales para la cistitis que puedes combinar junto con tu tratamiento médico.

Cuando comenzamos a tener las primeras relaciones sexuales, que suelen ser durante la época de nuestra adolescencia, también es posible tener episodios continuados… Durante la época fértil de la mujer las cifras son elevadas y se incrementan durante la menopausia. A mayor edad, mayor probabilidad. En muchas ocasiones, la cistitis se produce sin una causa concreta, así que tranquila porque no depende solo de ti.

Tres de cada diez mujeres han tenido al menos un episodio de cistitis durante el último año, según los últimos datos de la encuesta realizada por el Centro de Información de la Cistitis. La mitad de las mujeres que sufren esta infección una vez, corren el riesgo de padecerla de nuevo durante los 6 meses próximos, y hasta el 77% de ellas en menos de un año, lo que se conoce como cistitis recurrente.

Mitos y verdades sobre la cistitis

Es una patología que se asocia a varios mitos que muchas veces no son del todo ciertos. Estos son los más comunes:

El arándono rojo, previene pero no es la panacea. Las propiedades que tiene este fruto hacen que la capacidad de las bacterias para adherirse al tracto urinario se reduzca. Su consumo debe ser diario para conseguir un mayor efecto, aunque también existen complementos alimenticios que garantizan las dosis más adecuadas. No hay que olvidar que es una forma de prevención pero no un medicamento. Si notamos los síntomas asociados a la cistitis como el aumento de las ganas de ir al baño y no poder hacer pis, el ardor y escozor al orinar, sangre en la orina… debemos acudir a nuestro médico.

Los hombres también pueden sufrir cistitis. Anatómicamente es más fácil que las mujeres la sufran por eso es una patología que se asocia más al género femenino, pero la probabilidad de padecerla aumenta en los hombres a partir de los 50 años, debido a que comienzan a tener dificultades en la próstata.

Andar descalzo provoca cistitis. Es una de las frases más repetidas por las madres pero la verdad es que no existen evidencias científicas que corroboren la relación entre el frío y la cistitis. Podríamos decir que es uno de los grandes mitos de la cistitis.

Orinar después de mantener sexo previene la cistitis. En este caso es un mito que sí es verdad. Es una forma de prevenir pero su eficacia es difícil de medir ya que influyen otros factores como la cantidad de agua que bebemos, el sistema inmunológico, la flora vaginal, entre otros… Las bacterias pueden entrar por el conducto urinario durante la relación sexual, ya que existe contacto entre las zonas genitales, lo que favorece el movimiento de estas. Orinar puede ser una forma de expulsarlas y evitar que lleguen al tracto urinario y así reducir las posibilidades de que lleguen a la vejiga.

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