‘El secreto de Puente Viejo’: as\u00ed ser\u00e1 el cap\u00edtulo final de la serie

Cuando María Bouzas y Ramón Ibarra posaron para esta foto, no sabían que las grabaciones de la serie se interrumpirían debido a la covid-19 ni las dificultades que tendrían para grabar el final de sus personajes. Ambos actores nos cuentan cómo ha sido la aventura de interpretar a Francisca y Raimundo. El miércoles 20 llega el final de El secreto de Puente Viejo, un capítulo muy emotivo que se emitirá en prime time en Antena 3.

¿Qué balance hacéis de la serie?

María Bouzas: Han sido nueve años maravillosos; nunca hubiera pensado que estaría tanto tiempo en una diaria. Es un privilegio haber formado parte de esta historia que se ha convertido en un fenómeno.

Ramón Ibarra: Estoy de acuerdo con María, y hemos seguido con la misma entrega desde el principio hasta el final.

¿Cómo recordáis el primer día?

M. B.: Grababa con Enric Benavent (don Pedro) y Mario Martín (don Anselmo) en La Casona. Llevé la escena muy preparada porque hablaba mucho y los guionistas querían presentar bien mi personaje y el lugar. Fue un día especial.

R. I.: Estaba nervioso y feliz. Cuando me llevaron a maquillaje, me quedé maravillado por la calidad artística que había.


¿Y vuestra escena favorita?

M. B.: La primera, cuando ella va a la taberna y lo encuentra solo. Discuten pero desean abrazarse. Raimundo y Francisca han tenido escenas muy hermosas.

R. I.: La vez que le pregunté por qué no quería casarse conmigo y antes de que me respondiera tuve un ictus. Ahí se ve que me ama. ¡Aunque también ha intentado matarme! (risas).

¿Qué habéis aprendido del otro?

M. B.: Empatizamos mucho; es maravilloso trabajar a su lado. Admiro su templanza y su sentido del humor.

R. I.: María es una estudiante muy buena y precisa. Destaco su esfuerzo por transformar a Francisca para alejarla de la típica villana, la impregnó de cosas suyas, dándole sorna.

¿Cómo fue la despedida?

M. B.: Tampoco pudimos hacerla. Y si pienso en cómo habría sido, me emociono porque esta serie está en un rincón de mi corazón. Tantos años dan para querer a tus compañeros. El abrazo de los fans también ha sido importante. Sin ellos jamás habríamos estado tantos años en antena.

R. I.: Imaginaba que lo celebraríamos con un fiestón con todos los actores que han pasado por la serie. Y nos hemos quedado sin la tradición de regalar un jamón al que se iba, que empezó Álex Gadea.

¿Contentos con el final de vuestros personajes?

M. B.:No puedo desvelarlo pero es el que le corresponde. Cuando lo leí dije: “¡pues claro!”. Así que me voy muy feliz.

R.I.:Solo quiero decir que se barajaron varios. A mí me gusta la idea de amor eterno.

¿Es difícil desprenderse de ellos?

M. B.: Me acuerdo mucho de Francisca, pero no soy de las que se lleva el personaje a casa.

R. I.: Más que del papel, me acuerdo de Puente Viejo en general. Un trabajo tan largo no se olvida fácilmente.

Así se grabó el final

Se querían ir a lo grande, con la vuelta de uno de sus personajes más emblemáticos, Sandra Cervera (Emilia), y el fichaje de Blanca Oteyza, que dará vida a doña Begoña, la mujer de Ignacio Solozábal y madre de sus tres hijas. “Mi vuelta ha sido inesperada, pero me plantearon una trama muy interesante y no pude decir que no«.

La continuidad en pantalla y el aplauso del público no ha sido por casualidad. Todo obedece a una fórmula que surgió en los inicios. “Se trata de un proceso muy estudiado que nos permite hacer muchas escenas al día con una buena factura. Quizás ese sea su acertado método, ideado por Luis Santamaría, el productor ejecutivo que la echó a andar. Trabajamos con dos unidades que graban al mismo tiempo, y en nueve días se van completando dos bloques de cinco capítulos cada uno. En ese momento cambiamos de bloque y otros dos directores entran a grabar otros diez. Y así sucesivamente…”, aclara el productor.

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