Hay quienes han nacido para provocar y quienes, además, se han ganado hacerlo por su trayectoria y por el peso que tienen en el ‘star system’. ¿Hay alguien que ponga en duda que Madonna es una de ellas? Y la cantante cumple con ese cometido de, de vez en cuando, hacer o mostrar algo que genere una reacción contundente en sus receptores.
Lo último que se le ha ocurrido a la buena de Madonna es colgar una foto en Instagram con la que desafía a las reglas de la moralidad de la red social y a las de más de un seguidor. Con un sujetador transparente y un tanga negro, sentada, parece lanzar un mensaje de libertad ante el que se pone la venda antes que la herida por si alguno siente herida su sensibilidad al topar con la instantánea.
Porque Madonna hace una clara advertencia a los que pudieran sentirse ofendidos, para ir por delante de las críticas que siempre afloran entre cierto sector que juzga las publicaciones de las ‘celebs’: «Para todos aquellos que se ofendan de alguna manera por esta foto, quiero informarles de que me he graduado con éxito en la Universidad de me importa un carajo. ¡Gracias por asistir a mi ceremonia de graduación! ¡Clase de 2020″.
Efectivamente, hace lo que le da la gana y cuando le da la gana, porque está por encima de las opiniones que puedan verse reflejadas en su tablón de cualquier red social o donde quiera que sea. Recordemos que ha sido capaz de pasar por encima de todos los comentarios y críticas inimaginables, en los últimos tiempos, sobre si la edad está pasándole factura a un físico que le ha obligado a posponer varios de sus conciertos de su última gira.
Pero, como decíamos, ella va a lo suyo. Tanto, que demuestra que su Instagram es una plataforma de contrastes tan grandes, como para que la siguiente imagen que veamos, después de ese amago de topless, sea otra con su hija pequeña viendo el documental sobre Michelle Obama.
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