Parece que las necesidades de nuestra piel cada vez van un paso más allá y que exigen más de los tratamientos. Pero, afortunadamente, a medida que evoluciona lo que la piel requiere también lo hacen los ingredientes que componen estos tratamientos. Son cada vez más completos y cubren mayores problemas que sufrimos en la piel. Uno de estos ingredientes súper desarrollados es el ácido lactobiónico.
¿Qué es el ácido lactobiónico?
Se trata de uno de los ácidos o más bien, los hidroxácidos de moda. Es decir, se engloban en el mismo grupo que los AHAs (alfa hidroxiácidos) y BHAs (beta hidroxiácidos), son los terceros, los PHAs (polihidroxiácidos). Es uno de los más novedosos, se deriva de la oxidación de la lactosa y es muy soluble en el agua. Todos estos ayudan a que se renueve la piel por lo que combaten las arrugas y la exfolian librándose de células muertas, unificando el tono. Pero estos últimos lo hacen irritando mucho menos la piel que los dos primeros, ya que está compuesto de dos moléculas de mayor tamaño que las de otros ácidos. Pero sus funciones van mucho más allá de la exfoliación química.
Propiedades del ácido lactobiónico
La primera de las propiedades del ácido lactobiónico es que, a pesar de ser un ingrediente para la exfoliación química, que suele ser más agresiva, es perfecto para exfoliar las pieles más delicadas y sensibles, con tendencia a irritarse, al acné, que enseguida se seca con otros exfoliantes químicos, y a la rosácea.
Como el resto de sus hermanos hidroxácidos, ayuda a la renovación de la piel, eliminando más fácilmente las células muertas. Así, es eficaz para regular el proceso de queratinización, mejorando la apariencia de la piel y dejándola mucho más uniforme. Y con uniforme nos referimos también al tono, pues si se aplica diariamente se reduce el índice de melanina y se aclara la piel.
Además de su poder exfoliador, también es altamente hidratante, lo que ayuda también a la regeneración de la piel y a que esta no envejezca prematuramente, algo que también evita porque es antioxidante y protege de los radicales libres. También combate los signos de la edad porque es además fotoprotector, lucha contra el fotoenvejecimiento. Es decir, a diferencia de los retinoles, este se puede usar con el sol.
¿Dónde encontrarlo?
Cada vez son más los productos que incluyen el ácido lactobiónico, pero este sobre todo se encuentra en boosters con este ingrediente con el que completar nuestro tratamiento habitual o en sérums, o lo que es lo mismo, en productos para la piel que tienen gran penetración.
¡Lo quiero!
Este booster de Skinlabo es un concentrado reestructurante revitalizante, exfoliante, hidratante, iluminador y antioxidante para un tratamiento facial intensivo. Se recomienda usarlo tanto por la noche como por el día.
¡La quiero!
Pero también puede encontrarse en tratamientos completos como esta de Neostrata, de la línea Bionica de la firma. Esta es una crema reestucturante que también contiene el otro PHA, gluconolactana, y ácido hialurónico. Hidrata y protege de agresiones externas.
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