- La relación de Rocío y Manuel ha salido más fortalecida, si cabe, del concurso.
- Olga Moreno y la hija de Rocío Carrasco protagonizaron un emotivo y precioso reencuentro.
Finalizada su aventura en ‘Supervivientes 2020’, Rocío Flores está retomando vida pre-reality en Málaga. La hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores ha estado tres meses separada de su chico, Manuel, y parece que, tras su reencuentro, quiere recuperar todo el tiempo perdido. Desde que aterrizó en la ciudad andaluza, Rocío no se separa de su novio. Junto a él la hemos visto cantar, brindar por su tiempo junto y besándose, demostrando que el tiempo que han estado separados, lejos de enfriarse su relación, se ha fortalecido.
El nuevo plan de la pareja ha sido pasar una jornada de compras. Pero antes de meterse de lleno en renovar su vestuario o fichar las últimas tendencias, la pareja pasó por una cafetería, donde tomaron un café y comparon unos churros, o mejor dicho, unos ‘tejeringos’ que es como se llama la versión de los churros en Málaga, son redondos y con una textura lisa.
La pareja parece de lo más coordinada con sus looks: vaqueros, camiseta y deportivas. Con mascarillas a juego, negras y con el símbolo de la marca en dorado y con unas llamativas gafas de sol: las de Rocío, rosas, y las de su chico, con los cristales azules.
Pero Rocío no solo cuenta con el amor de Manuel, también tiene otros pretendientes. Cuando salían de la cafetería, un niño, llamó a la ex supervivientes y el entregó un pequeño ramito de flores amarillas. «Qué mono», decía Rocío a su novio con las flores en la mano y tras darle las gracias al pequeño por su gesto.
La hija de Antonio David Flores y su chico salían del centro comercial cargado de bolsas y de lo más sonrientes.
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