Por si los últimos meses no hubiesen sido suficientemente duros, Juan Carlos Unzué ha dado una noticia este mediodía de las que dejan poso de tristeza. El exjugador de fútbol y hoy técnico había convocado una rueda de prensa en la que ha desvelado que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y que se ve obligado a renunciar a su actividad profesional.
Rodeado por sus familiares y por su círculo más íntimo de amistades, entre ellos Luis Enrique, con quien trabajó en los banquillos, el navarro ha sentenciado: «Solo quería deciros que tengo ELA y que me han dado cuatro años de vida». Con una rotundidad que ha retumbado en ese Auditori 1899 del Camp Nou.
Juna Carlos deja el fútbol obligado y ha querido ser él, ante los medios de comunicación, el que lo anunciara. No va a renunciar a seguir disfrutando de la vida tanto como así se lo permita esta enfermedad neurológica degenerativa, luchando contra ese contador que le han puesto los médicos.
Unzué, que ha asegurado que lo lleva «bien», ha especificado que «en mi caso están afectando a mis extremidades de forma asimétrica«. Algo con lo que tendrá que aprender a desenvolverse con ayuda de todo ese séquito que no han querido dejarle solo hoy, en el trago más amargo de su vida en un acto público.
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