Hablamos con James Blunt y su esposa Sofia Wellesley: una pareja aristócrata con raíces en España

Hace dos años James Blunt (Tidworth, Reino Unido, 1974) se encontraba en los baños del Soho House de Berlín cuando uno de los clientes lo sorprendió haciendo una foto furtiva a un urinario. “No había forma de justificarme”, reconoce el cantante mientras se acomoda en su silla. “El tipo seguramente me reconoció. Debió de pensar que era un freak absoluto”. Pero a Blunt le daba igual lo que opinara aquel tipo. Lo único que le importaba era el diseño de ese urinario. Tras tomar la foto, se fue directo a Internet y compró tres. Lo cuenta con una mueca infantil y triunfante. Parece orgulloso de sí mismo y debería estarlo. Además de haber vendido más de 20 millones de discos, realizado cinco giras mundiales, todas sold-out, y acumular casi dos millones de seguidores-fans en Twitter gracias a su corrosivo sentido del humor —en su descripción dice: “La prueba de que una sola canción es todo lo que necesitas”—, ahora es también dueño de un pub. “Ahí fue donde coloqué los tres urinarios”, cuenta mientras señala hacia el baño de hombres, al fondo a la derecha. Este viernes lanza su sexto disco, Once Upon a Mind.

Estamos en The Fox & Pheasant (el zorro y el faisán), un pub del siglo XVII que reabrió sus puertas hace ahora 16 meses. El local, totalmente restaurado, está en una calle de antiguas caballerizas reconvertidas en viviendas donde Blunt y su esposa, la aristócrata Sofia Wellesley, solían vivir —ahora se han mudado a la vuelta de la esquina—. Antes de su transformación, The Fox & Pheasant era un bar de futboleros estridentes —el estadio del Chelsea, el Stamford Bridge, se encuentra muy cerca— donde se servían pintas y cortezas de cerdo en mesas grasientas. Presumía de tener una gruesa capa de pintura marrón en prácticamente cualquier superficie y el área para fumadores estaba situada en una fría zona de hormigón. “Era muy básico”, comenta Sofia con diplomacia. “No era tan cálido y amigable, pero era un buen pub. Estaba en el vecindario y a veces íbamos ahí con amigos”.

Más allá de la música y de la nobleza

Sofia, una mujer llamativamente guapa, es nieta del octavo duque de Wellington. Alta, delgada, con cabello rubio hielo y ojos azules, forma con James la pareja perfecta. El artista conoció a la bella aristócrata hace siete años, se casaron en Mallorca en 2014 y tienen dos hijos. Aunque no quieren darle importancia, son uno de los matrimonios mejor relacionados socialmente. Entre sus amigos hay celebrities y royals: Ed Sheeran es padrino de su primer hijo y James conoce al príncipe Harry desde que coincidió con él en la Armada británica. De hecho, él y su esposa asistieron a la boda de Meghan y Harry, donde se les vio charlar animadamente con sir Elton John y su marido, David Furnish, antes de la ceremonia.

El vestido de flores bordadas de Red Valentino que lució Sofia la convirtió en una de las mejor vestidas del evento y una de las más aplaudidas por la prensa. Hoy, llega a nuestra cita luciendo un exquisito vestido de Dolce & Gabbana con brocados metálicos. Cuando baja las escaleras, James se entusiasma: “Estás preciosa”, y vuelve a mostrar esa pícara mueca infantil. “A menudo pasábamos delante del pub y comentábamos: ‘Sería estupendo si pudiéramos comprar este lugar’. Pero siempre se quedaba en un comentario. Hasta que un día James, tomando cervezas con un agente inmobilario amigo nuestro, se enteró de que lo habían puesto a la venta. Tuvimos miedo de que lo convirtieran en residencias e hicimos una oferta”, me cuenta Sofia.

Las obras duraron 18 meses y se realizaron con mimo y sin escatimar. El resultado salta a la vista: un local espectacular. En The Fox & Pheasan hay chimeneas, paredes paneladas de madera y elegantes sillones de cuero color verde botella. Parece un clásico pub de campo aunque tiene toques glamurosos que recuerdan al exclusivo club privado londinense 5 Hertford Street. La zona exterior se ha transformado en un magnífico comedor al más puro estilo patio de naranjos con un techo de cristal retráctil y un olivo en el centro. El piso de arriba cuenta con un comedor privado para 22 comensales. “Esa fue una de Elas obsesiones de James”, comenta entre risas Sofia. Y añade: “Ha puesto su alma en este proyecto”.

Empezaron a trabajar con la ayuda de su socio, el mánager del pub Toby Milne, y el jefe de cocina Toby Bee. Sofia se encargó del mobiliario mientras que James, armado con una lijadora, arrancó el yeso de las paredes y descubrió originales paneles de roble que solo requerían una mano de barniz. “Su necesidad de restaurarlo todo con urgencia era abrumadora”, recuerda Sofia. Vestido con unos vaqueros y una camiseta caqui, James parece mucho más joven que un hombre de su edad y todo lo adereza con un ácido sentido del humor.

Su personalidad es una mezcla extraña entre una persona relajada y afable y alguien distante y reservado. Si no quiere contestar, esquiva cordialmente el tema. Por ejemplo, cuando le pregunto cuántos de sus amigos artistas han ido al pub a tomar una cerveza, sonríe amablemente y contesta: “Prefiero no dar nombres”. Los vecinos son menos reservados y cuentan que entre los clientes famosos han visto a la princesa Eugenia y al músico Ed Sheeran. “¡Y los fans del Chelsea siguen siendo bienvenidos! Creo que les encanta”, aseguran. Aunque la pequeña tele, situada discretamente en una esquina, no tiene sintonizado el canal deportivo Sky Sports.

Fue idea de Sofia servir productos de temporada que encargan a proveedores locales para ofrecer así un menú sostenible. Actualmente, está trabajando en temas de conservación y quiere llevar una vida acorde con su trabajo. “No somos perfectos, pero lo vamos a intentar”, sonríe. Cuando The Fox & Phesant abrió en junio de 2018, invitaron a los 66 vecinos de la zona a tomar un trago. Incluso existe la posibilidad de tener jarras personalizadas con los nombres de los clientes habituales grabados, para que se sientan como en casa. “Queremos conservar este local por mucho tiempo. Que nuestros hijos terminen viniendo y se tomen en él su primera pinta”. Sofia asegura que para James ha sido un gran proyecto: “Era increíble verlo tan involucrado en algo que no tenía nada que ver con su música. Normalmente solo lo veo tan concentrado cuando está trabajando en un nuevo álbum”. Como ha sido el caso con Once Upon a Mind.

El vínculo de Sofia Wellesley con España

Por Vera Bercovitz

De pequeña vivió en Mallorca con su familia. Hoy, su padre reside en Madrid junto a su segunda esposa, la española Marta Navarro.

Aunque los medios españoles repararon en Sofia Wellesley (Londres, 1983) tras su boda con el cantante británico James Blunt en 2014, este apellido lleva dos siglos vinculado a nuestro país. Fue en 1812 cuando las Cortes de Cádiz nombraron Grande de España a Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, tras ayudar a los españoles a luchar contra Napoleón. Además de títulos nobiliarios, le regalaron una enorme finca de caza en Íllora, Granada, que aún hoy conserva la familia. Allí se casaron en 2016 el millonario colombiano Alejandro Santo Domingo y lady Charlotte Wellesley, hija del actual —y noveno— duque de Wellington, Charles Wellesley, tío de Sofia.

Sofia conoce muy bien la isla de Mallorca. Sus padres, lord John Henry Wellesley y Corinne Vaes, hija del barón Vaes, embajador de Bélgica en Londres, se instalaron en la isla a finales de los ochenta. Allí compraron una casa típicamente mallorquina con un jardín enorme y rodeada de un muro de piedra, el lugar donde Sofia y James celebraron su boda española —antes habían celebrado otra en Londres—. De hecho, cuando Sofia era pequeña, ella y su hermano mayor, Gerald Valerian, asistieron durante dos años al colegio inglés The Academy International School, en Marratxí, muy cerca de Campanet, donde tenían su vivienda los Wellesley. Hoy, los Wellesley ya no poseen esa propiedad, que se vendió hace unos años. Tampoco el matrimonio sigue unido. John y Corinne se divorciaron hace años y ahora John está casado con la española y experta en seguros de arte Marta Navarro, hija del famoso coleccionista y galerista Leandro Navarro. Los dos viven juntos en Madrid. Corinne, por su parte, reside en Londres, aunque también tiene una casa en la capital de España. Sofia ha cambiado Mallorca por Ibiza, donde James posee una mansión. Cuando viaja a España, habla español, idioma que domina con soltura.

Fuente: Leer Artículo Completo