Victoria Beckham ha dejado atrás su imagen de Spice Girl y ya no es únicamente conocida por ser la mujer de David Beckham. Gracias a su firma homónima, se ha labrado un nombre en el mundo de la moda y sus creaciones son lucidas por celebrities como Meghan Markle, Jennifer Lopez, Lady Gaga y Kim Kardashian. Sin embargo, su negocio se encuentra en crisis. Se enfrenta a pérdidas millonarias y deberá tomar medidas drásticas: reducir su plantilla en una quinta parte, es decir, que tendrá que despedir a 20 de sus empleados.
Las ventas en su negocio se vieron gravemente afectadas por la pandemia de coronavirus. Se ha visto obligada a reducir a la mitad el número de colecciones de moda anuales, bajar los precios de las prendas y a cerrar su tienda insignia de Londres, en Oxford Street. Su portavoz ha comunicado al diario Mirror que "al igual que muchas empresas, el exigente panorama minorista junto con los efectos imprevistos de la pandemia de coronavirus, ha impactado negativamente el negocio de Victoria Beckham. Como respuesta, hemos construido una nueva visión estratégica para garantizar el futuro de la marca".
Antes de que la pandemia afectara a su negocio, los datos no eran mucho mejores. En 2019, registró pérdidas de 14 millones de euros y, en 2018, de más de 10 millones. Ese mismo año, Ralph Toledano, presidente de la empresa, confirmó que las ventas de su ropa y accesorios se habían estancado. Por ello, y con la marcha de su director ejecutivo, Paolo Riva, de la compañía, hace un año fichó al español Pablo Sande como nuevo director financiero y legal.
The Guardian indica que los recortes se producirán en las áreas de producción en el taller de confección de Beckham en Londres. "Con la disminución de la demanda del consumidor y las cadenas de suministro bajo presión, la marca planea reducir el número de opciones por colección en un 30% o 40%, comenzando con la colección de la primavera de 2021, en la que Beckham está trabajando actualmente".
“Es muy importante ahora volver a lo básico. Se ha fomentado una gran energía y un verdadero sentido de creatividad entre los equipos ”, ha declarado la diseñadora.
En el terreno personal, Victoria se encuentra volcada en la boda de su hijo Brooklyn y Nicola Pelzt. Y en el profesional, ha comenzado a vender sus productos de belleza en Tmall Global, plataforma del gigante asiático de Alibaba Group. Además, la diseñadora busca localizaciones para presentar su nueva colección en la próxima Semana de la Moda en el mes de septiembre. Un desfile al que asistirán "quizás 10 o 20" personas a la vez, según afirma un portavoz.
Pese a los malos datos, Beckham afirma que está "realmente entusiasmada por volver a visitar el enfoque íntimo para mostrar colecciones que tenía cuando comencé el negocio" y opina que una presentación "pequeña y segura" se siente "apropiada". Aunque su portavoz adelante que "por supuesto, si hay una segunda ola (de coronavirus), todo puede cambiar".
Tanto la marca de Victoria como la de su marido pertenecen al mismo holding, propiedad a partes iguales de cada uno de los miembros del matrimonio Beckham y de Simon Fuller, exmanager de las Spice Girls. El emporio Beckham, que sostiene las pérdidas del negocio de Victoria, se apoya en gran parte en el éxito que los derechos de explotación de la imagen y el nombre del incombustible David Beckham.
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