Parece que para Enrique Ponce y Ana Soria es el verano del amor. Atrás quedan los rumores que afirmaban que el torero había estado con su nueva novia y su ex mujer, Paloma Cuevas a la vez. O las afirmaciones que señalaban que había solapado ambas relaciones llegando incluso a mantener relaciones íntimas con Cuevas durante la cuarentena. La pareja se ha olvidado de todo y está en una auténtica burbuja: Ana Soria (e incluso tiene ya fama de influencer con su último vestido de Zara) le acompaña a todos sus eventos importantes y no se separa de él ni un segundo. Y en septiembre, parece que esto será na norma ya que la pareja planea mudarse a Madrid a la urbanización ‘La Finca’.
La joven, que desde que vio torear a Ponce en Huelva no le deja ni un minuto solo, estaría muy ilusionada por este nuevo cambio que le propuso el torero, ya que según ha informado el periódico ‘La Razón’, se estaría construyendo una casa en la capital, centro neurálgico del amor de la pareja debido a la ajetreada vida de Ponce, que en el nuevo año tendrá que viajar mucho debido a su gira. Septiembre se postula como el mes decisivo para el amor de la pareja: ambos dejarán el verano atrás y formalizarán su relación de esta forma mientras Ana busca una Universidad online para cursar sus estudios.
Según ha informado una persona dentro del círculo de Ana a ‘Jaleos’, la joven «mantiene una buena relación con el chófer personal de Enrique» por lo que está totalmente integrada en la vida social del torero, sin ser la edad un impedimento para la pareja. Además, diversas fuentes confirman que desde el diestro está con la joven, se le ve muy feliz e incluso, parece que ha rejuvenecido 10 años según apuntan personas cercanas a él.
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