A pesar de que los precios de la depilación láser se han democratizado lo suficiente, aún hay muchas mujeres que utilizan otros métodos de depilación para eliminar el vello, tanto facial como corporal. Si eres de las que utilizas pinzas, hilo y cera, que son las otras opciones de depilación que arrancan el pelo de raíz, estate atenta a nuestros consejos, que prevendrán el enrojecimiento, los pelitos enquistados y el dolor innecesario.
Encuentra tu método
Lo primero de todo es que encuentres cuál es la forma de depilación que más se adapta a tu piel y estilo de vida y que, una vez hayas dado con ella, la sigas. Por ejemplo, si te has decantado por el láser no te depiles con otro método que arranque las raíces entre citas (cera o láser) o alterarás el crecimiento del vello y la siguiente sesión de laser no te servirá de nada.
Elige bien la fecha
Aunque parezca una tontería, si coges cita para depilarte justo antes de que te venga el periodo o cuando estás con él, el dolor será más agudo. Mejor hazlo una semana o diez días después de este y no solo no tendrás la piel tan sensible, sino que tampoco se hinchará tanto.
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Exfóliate la noche antes
Este acto eliminará las células muertas de tu piel, que pueden obstruir los folículos pilosos y provocar el crecimiento de pelitos enquistados. Prueba con un exfoliantes físicos o, si eres de las que prefieres los químicos, los que contienen ácido salicílico te irán genial. De hecho, puedes usar el del rostro en la zona de las ingles sin problemas.
Ten cuidado con el retinol
Tanto los retinoides como la depilación son dos formas de exfoliación. Si usas retinol habitualmente, tu piel tendrá menos células, por lo que tienes que tener especial cuidado en la depilación del labio superior, las cejas o en cualquier depilación facial, ya que podrías eliminar parte de la epidermis y provocar abrasión. Lo aconsejable es que no te depiles en las primeras semanas de uso de retinoides o incluso que no los utilices la semana previa a tu cita depilatoria.
Evita los pelos enquistados
Si te aplicas una compresa fría inmediatamente después de hacertela cera, cerrará los poros y bloqueará la entrada de bacterias. Después, lava suavemente la zona con un limpiador de ácido salicílico al 2% o pasa un disco de algodón empapado en una loción antiacné.
Aplícate algo de leche
Si tu piel suele enrojecerse tras la depilación, puedes calmarla aplicando un paño empapado en leche y agua fría. Déjalo diez minutos sobre la zona y aplícalo de nuevo, si es necesario, transcurridas un par de horas. El ácido láctico de la leche ayuda a calmar la piel; aunque también puedes tratar el área con aloe vera puro o una crema de hidrocortisona, que encontrarás en cualquier farmacia.
No te olvides del SPF
Aumenta el nivel del factor de protección solar inmediatamente después de la depilación, ya que en ese momento tu piel será especialmente vulnerable a las quemaduras solares. Y, ni se te ocurra tomar el sol el mismo día en el que te hayas depilado o tendrás todas las papeletas para quemarte y que te salgan manchas.
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