No han sido unas semanas fáciles para Paz Padilla, que el pasado 19 de julio veía cómo su marido, Antonio Juan Vidal, fallecía. Ha tratado de vivir retirada de los focos (aunque algún fotógrafo, al que ella misma ha reprendido, se las ha ingeniado para irrumpir en su duelo), para hacerse a la idea de una vida sin él. Pero parece que, mes y medio después, estaría lista para recuperar su rutina. Al menos, para intentarlo.
Tras ese recogimiento en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes, la presentadora y humorista ya está de regreso en Madrid. Porque Paz ha colgado unas imágenes en Instagram que desvelan que ya está aquí. Unas de su huerto junto a las que ha escrito: «Con el amor que tú le pongas a todo así será los frutos«. Y en las que aparece su sobrina Valentina, que también le está sirviendo para hacer frente a estos complicados momentos.
Lo cierto es que la niña le está dando la alegría que necesita en estos momentos. No hay nada más que escuchar cómo Paz se ríe, de fondo, en el vídeo también compartido en esa cuenta de Instagram mientras la pequeña se pelea con el perro por hacerse con los mandos de un coche de juguete.
Esas risas y que ya haya regresado a la capital, han llevado a pensar en un escenario tan optimista como que, con la llegada de septiembre y la entrada en un nuevo curso televisión, Padilla pueda ya estar lista para ponerse, de nuevo, delante de su audiencia de ‘Sálvame’ y que le sirva, a la vez, de evasión de esa realidad que le azota.
Eso sí, no hay muchas esperanzas de que se abra y hable de lo que ha pasado. De cómo consiguió estar tantos meses en silencio, conviviendo con ese tumor cerebral que se llevó al amor de su vida sin hacer ni el más mínimo desahogo más allá de su familia.
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