QUÉ HA PASADO
• Veysel quiere que Murat se comprometa con Ayla.
• Elif y Taylán tratan de ayudar a su amigo Hakki.
• Gonca tiene un accidente y acaba en el hospital.
Selim acepta la invitación de Pelin de ir a almorzar. La pareja de amigos come en un bonito restaurante y comienzan a hablar acerca de ellos y todo lo que han sufrido en la vida al haber perdido ambos a seres queridos. “No tengo a mi familia a mi lado y eso hace que me sienta muy sola”, comenta ella. “Sé de qué hablas. Cuando mi hermano Kenan murió creí que el mundo se derrumbaba sobre mí, pero no llores, puedes contar conmigo”, le responde él, mientras en un gesto de complicidad le limpia una lágrima que empieza a correr por su mejilla. No sospecha que su esposa es testigo de lo que está ocurriendo. Zeynep, malinterpretando lo que ha visto, cree que su marido la engaña y se marcha destrozada del lugar.
Por otro lado, Hakki llega a casa de Elif pidiendo ayuda. El niño se ha escapado de su hogar, harto de soportar los malos tratos de su padre: “Si me quedo allí terminará por matarme, no quiero seguir así”. La niña le ofrece refugio, ocultándolo en una de las habitaciones y le lleva un calentador para que no tenga frío. “Gracias por ser tan buena, ahora nadie volverá a ponerme una mano encima”, dice el pequeño. Sin embargo, su alegría se esfuma al día siguiente, cuando su progenitor aparece por sorpresa en el colegio para llevárselo a vivir de nuevo con él.
Gonca sale del coma, pero pierde la memoria
Lejos de allí, Arzu recibe por teléfono la mala noticia de que Gonca despertó del coma en el que se encontraba tras su accidente. “Maldición, tenía que haber muerto. Nada me sale bien. La odio”, dice furiosa. Lo que no sabe es que su enemiga ha perdido la memoria a causa del fuerte impacto y Erkut trata de que la recupere. Entretanto, Melek no deja de pensar en Yusuf. Después de que este le revelara algunos trágicos sucesos de su pasado, se ha dado cuenta de que es un gran hombre.
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