Desde que murió la duquesa de Alba, el distancimiento entre Cayetano Martínez de Irujo y sus hermanos ha ido a más. Pero parece que el origen es mucho más complejo que el hecho de que no le visitaran en el hospital cuando tuvo esos problemas intestinales por los que ha tenido que ser intervenido en varias ocasiones en los últimos años.
Anoche se sinceraba como nunca lo había hecho sobre este asunto con Toñi Moreno en ‘Un año de tu vida’, en Canal Sur. «Hay una cuestión emocional, que está por encima de la racional. O se trata y se trabaja o siempre esas emociones te invaden», comenzaba el jinete sincerándose con la presentadora.
«Fui muy querido por mi madre y muy valorado… Y fui el escogido, me dijo: ‘Tú te vas a ocupar de toda la estructura agrícola’. Sabía que mi ilusión era el campo. Me ha costado pagar un precio mucho más alto de lo que podría imaginar, ni en el peor de mis sueños, a nivel familiar». Ahí residiría ese inicio de los roces que han llevado a que las relaciones estén completamente rotas y él no lo esconda.
«Es que no te lo esperas, es una cosa emocional, no se puede culpar, fui el escogido, el valorado y el reconocido. Me encargó una misión y la hice, fue la salvación de la Casa y de la herencia. Y permitió que todos recibieran lo que se decidió, es casi un milagro cómo conseguimos llevar a cabo esa donación», explicaba, refiriéndose a ese reparto de la herencia que se llevó a cabo cuando doña Cayetana se casó con Alfonso Diez. «Yo la convencí. Eso sucedió y nada más, a partir de ahí…«, decía con resignación.
Aunque también ponía sobre la mesa que ha conseguido sacar provecho a esta situación a nivel personal: «Estoy viviendo mi vida por primera vez, sin la Casa de Alba y el dolor que he pasado todos estos años. Vivo la vida de Cayetano, pero tengo que mentalizame, sentarme y estar preparado a que me digan cosas que no quiero oír».
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