Raquel Perera se sincera sobre su divorcio de Alejandro Sanz: He llorado y gritado a solas

Alejandro Sanz y Raquel Perera llegaron hace un mes a un acuerdo de divorcio. Ambos, tras meses de enfrentamiento judicial, acordaron lo mejor para sus hijos mientras reemprendían sus vidas, tras un matrimonio que ha durado ocho años, una relación con varios años más, dos hijos en común y otros dos fruto de otras relaciones del cantante. Sanz ha rehecho su vida junto a la artista Rachel Valdés y Perera ha dado carpetazo a ese capítulo de su vida con una entrevista en ¡Hola!, donde repasa la relación y su final. Un divorcio que ensombreció los años juntos: "nuestra historia de amor no se merecía un final con jueces".

Raquel Perera confiesa que aún siente "un afecto inevitable" por Sanz, del que dice que dejó de desearla, pero no de quererla. Un cariño ausente en los peores momentos ("eché de menos un poco de cariño y cuidado"), pero nunca ausente por ninguna de las dos partes hacia sus hijos. Un amor que fue enturbiado por la infidelidad y el proceso de divorcio, que transformó a ambos: "No le reconocía", dice del cantante. Una separación y un proceso que afectó a su salud "mental, personal, familiar y profesional" y que ahora empieza a dejar atrás.

La psicóloga y emprendedora también fue durante años manager del artista, una relación de negocios que pronto se convirtió en una amistad de "charlas interminables", y que más tarde desembocó en una relación romántica. Y aún más estrecha en lo empresarial, algo que Perera confiesa que fue "más beneficioso para la familia, pero menos para la pareja".

Perera no tiene ninguna crítica a la faceta de Sanz como padre "que adora a sus hijos". Un aspecto que alaba, y deja claro durante la entrevista que los hijos también fueron su principal prioridad. De hecho, son la razón por la que ha abandonado Miami para mudarse a Madrid y que puedan criarse cerca de él, "un padre que se esfuerza mucho por ser y estar".

Eso sí, la "traición", como se refiere a la infidelidad de Sanz, llevó a Perera a pasarlo mal, como cualquier persona herida en un proyecto vital. Independientemente de lo público o privado que sea la parte que rompe la confianza y la relación: "no sufres más", señala la psicóloga, porque tu ex sea más o menos famoso. Cuando toca sufrirlo, "el dolor no tiene jerarquías, (…)cuando lo sientes es el único dolor que existe". Aunque afirma que nunca ha llegado a odiar a Alejandro Sanz, pero sí le queda una espinita sobre cómo eligió el cantante llevar todo el proceso: "las formas nunca las entenderé". Sin embargo, su personalidad y sus herramientas como psicóloga también le han permitido superarlo, aunque haya "llorado y gritado a solas".

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