Toma alimentos antiinflamatorios a diario: estarás más sana y parecerás más joven porque combaten el envejecimiento prematuro

No pasa un día sin que no te recomendemos que aumentes la ingesta de cierto tipo de alimentos (como las frutas y verduras) y reduzcas o elimines el consumo de otros (como los ultraprocesados), pero a veces se nos olvida explicarte el por qué y es hora de poner los puntos sobre las íes. Para entender los beneficios de seguir una dieta rica en alimentos con alto poder antiinflamatorio tienes que saber que, en la actualidad, muchos de nosotros vivimos inmersos en un proceso crónico de inflamación del que no somos conscientes porque no es algo que se aprecie a simple vista ni tenga que ver con nuestro peso o si tenemos la tripa más o menos hinchada.

Qué son los radicales libres y por qué debemos combatirlos con alimentos antiinflamatorios

De forma natural nuestro cuerpo desencadena a nivel celular respuestas inflamatorias para protegerse de las agresiones externas, es decir, la inflamación, en principio, es un mecanismo de defensa y los famosos radicales libres son los soldados. El problema es que los radicales generados por una respuesta inflamatoria no dejan de hacer su función de destruir todo lo que les rodea cuando acaban con los virus y las bacterias y, si proliferan, pueden acabar causando problemas en el organismo.

Entre otras acciones, los radicales libres son capaces de alterar el ADN de las células, romper sus membranas, inactivar enzimas necesarias para el buen funcionamiento del organismo, provocar envejecimiento prematuro celular, interferir con la capacidad del sistema inmune para reaccionar ante una amenaza y provocar que las células se repliquen a sí mismas de forma descontrolada y con mutaciones, lo que a la larga se puede convertir en un tumor. En definitiva, tener radicales libres circulando por el organismo sin nada que hacer no es buena idea.

En condiciones normales un organismo sano es capaz de hacer desaparecer a esos radicales libres cuando ya no los necesita, ¿pero estamos viviendo en condiciones normales? Diversos estudios han comprobado que esa respuesta inflamatoria del organismo que genera radicales libres se da más frecuentemente de lo que pensamos y que en muchos casos se puede cronificar. Factores como la contaminación ambiental, la exposición excesiva a los rayos del sol, fumar, beber alcohol o el estrés se consideran como de riesgo para la generación de inflamación y radicales libres. ¿Y cómo podemos combatir los efectos colaterales de nuestra forma de vida? Pues con la dieta antiinflamatoria adecuada.

Qué son los alimentos antiinflamatorios y cuáles son los mejores

Nuestro organismo combate a los radicales libres con enzimas, pero cuando estas no dan más de sí le queda un as en la manga: echa mano de los micronutrientes que incluyen los alimentos que comemos cada día. Los principales micronutrientes con poder antioxidante capaces de mantener bajo control a los radicales libres son el betacaroteno; las vitaminas A, E y C; los aminoácidos cisteína, metionina y tirosina; el ácido úrico; una proteína llamada transferrina y cuatro minerales: el cobre, el selenio, el cinc y el manganeso.

Como ya habrás adivinado los alimentos antiinflamatorios que deberías comer todos los días para combatir el envejecimiento prematuro de tus células contienen todos esos micronutrientes. Apunta en tu lista de la compra los siguientes y no te arrepentirás: todas las frutas y verduras de colores intensos (desde los arándanos a los pimientos) y las verduras de hoja verde (especialmente las espinacas) así como las crucíferas (como el brécol). También es interesante incorporar a la dieta diaria frutos secos consumidos en crudo y sin sal: las nueces son las que más poder antiinflamatorio han demostrado en las pruebas de laboratorio.

En cuanto a las proteínas, opta por las de pescados azules (salmón, sardinas, caballa…) y por la proteína vegetal que puedes encontrar fácilmente en todas las legumbres. Y para condimentar este menú antiinflamatorio, puedes hacer tus aderezos y cocinar con aceite de oliva virgen extra, ajo, azafrán, pimentón, jengibre y cúrcuma.

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