Durante la cuarentena, a algunos les dio tiempo a perfeccionar sus habilidades culinarias, a otros a engancharse al yoga y a Xuan Lan para toda la vida, y a Carmen Lomana, además de a ser una de las críticas más tenaces de la gestión de la pandemia de Pedro Sánchez, a afianzar una historia de amor. Pese a que la socialitée es poco dada a hablar de su vida sentimental, no ha podido ocultar más una relación que dura ya desde enero, según informa LOC de El Mundo. ¿Y quién es el afortunado? El empresario argentino Hugo Jorge Vailanti.
Este hombre de negocios en su década de los 60 es todo un ‘silver fox’, y lo suyo con Lomana, según cuentan testigos presenciales, fue todo un flechazo. Se conocieron a principios de 2020 en un festival de cine de República Dominicana, donde reside Vailanti. Les presentó un amigo común, Jaime Martínez Bordiú, y desde entonces no se han separado.
Pese a que él sigue residiendo al otro lado del charco, Lomana no descarta (o al menos así lo reflejan sus declaraciones para El Mundo) que se mude a Madrid para estar más cerca de ella. Vailanti se dedica a los negocios inmobiliarios en la actualidad, aunque anteriormente había invertido en empresas tan inesperadas como las líneas eróticas, lecturas de tarot telefónicas y hasta una app de citas para gente rica.
Vailanti compartía estas curiosas inversiones con la que fue su esposa, Zita Serrano Suñer. Como indica su inconfundible apellido, Zita es nieta de Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco, amante trágico de Sonsoles de Icaza, marquesa de Llanzol y padre de una hija no reconocida con ella, Carmen Díez de Rivera.
Lomana y su nuevo amor han mantenido el contacto durante todos estos meses de confinamiento, y él ha viajado a España donde se le ha visto haciendo vida social con ella: en el Teatro Real, en el Hotel Four Seasons y en restaurantes de lujo. Al parecer, ella no puede estar más feliz. No es para menos; ambos se llevan «ideal».
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