Puede que lo hayas notado a partir de los 30, pero si ya cumples más de 40 seguro que sabes de lo que hablamos: ese ligero pero molestísimo hundimiento de la piel del contorno de ojos. Pueden ser ojeras en toda regla, con oscurecimiento de la zona o no, o sencillamente esa sensación de mirada cansada, como si no hubieras dormido en toda la noche, y la falta de sueño dejara marca en tu mirada. En realidad da igual la magnitud de la ojera: resulta molestísima, más ahora que la mascarilla dirige todas las miradas a esta zona. Por suerte, en muchos casos podemos acudir a una solución más o menos definitiva: las inyecciones de ácido hialurónico.
Sobre todo si tu problema es la falta de consistencia en la zona, si lo que requieres es rellenar la ojera y recuperar tensión en la zona, los ‘fillers’ de ácido hialurónico pueden resolver tu papeleta. Eso sí: la zona es tan, tan delicada, que es importantísimo que encuentres una clínica en la que el tratamiento de la zona se realice con el compuesto adecuado, específicamente diseñado para esta tarea. Además, es importante que el doctor tenga en cuenta la existencia de bolsas de grasa o retención de líquidos, pues pueden ser contraindicaciones para el tratamiento.
Si tienes la suerte de ser candidata idónea para estos rellenos, el procedimiento es de lo más sencillo. Las inyecciones y un pequeño masaje ayudan a que el ácido hialurónico vaya depositándose en los lugares adecuados. De hecho, en una o dos sesiones el problema puede estar completamente resuelto: la zona se revoluminiza y se aclara el posible tono oscuro que pueda tener. El precio está a la altura del efecto que se consigue: desde 300 euros. Eso sí: el efecto dura entre ocho y diez meses. Tendrás que repetirlo para refrescar el resultado.
Fuente: Leer Artículo Completo