El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, el hombre decidido a sanar el "alma" del país, uno de sus lemas de la campaña y uno de sus compromisos en su primer discurso tras vencer a Donald Trump, no solo quiere recomponer el alma de su país sino la suya propia. Porque, y también lo ha dicho en más de una ocasión, "Beau era mi alma", su hijo mayor fallecido en mayo de 2015, motivo por el que abandonó la idea de presentarse como candidato demócrata en las elecciones de 2016. Por eso era lógico que la noche en la que el presidente electo celebraba su triunfo sobre el republicano, su hijo Beau estuviera presente de alguna manera. Joe Biden hizo referencia a él de forma explícita en su discurso y quiso que le acompañara a través de la banda sonora. Sky full of stars de Coldplay, la canción favorita de Beau Biden, pudo escucharse en esta emotiva noche electoral.
“En estos últimos días de la campaña he estado pensando en un himno que significa mucho para mí y para mi familia, particularmente mi hijo fallecido, Beau. Capta la fe que me sostiene y que creo que sostiene a Estados Unidos”, explicó. “Y espero que pueda brindar algo de consuelo y consuelo a las más de 230.000 familias que han perdido a un ser querido a causa de este terrible virus este año”, confió. “Mi corazón está con todos y cada uno de ustedes”.
En el funeral de su hijo no sonó Sky full of stars sino Til kingdom come interpretada por el propio Chris Martin que quiso homenajear con un acústico al fiscal general de Delaware fallecido como consecuencia de un cáncer cerebral a los 46 años tras cinco de batalla contra la enfermedad.
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Fue en la iglesia católica de San Antonio de Padua en Wilmington, Delaware, cerca de donde permanece enterrado Beau y donde su padre acudió nada más levantarse el día siguiente a su victoria acompañado por su hija Ashley y su nieto, e hijo del fallecido Beau, Robert Hunter Biden.
En estos cuatro años Biden ha tenido siempre presente a su hijo. Lleva en su muñeca izquierda el rosario con el que él rezaba. Parte del rosario se le vio bajo la camisa durante el primer debate con su oponente, y las redes sociales estallaron buscando una especie de micrófono que dictara al candidato lo que tenía que responder a Trump.
En casi todas las entrevistas que ha concedido en ese tiempo ha salido el nombre de su hijo cuyo último año de vida relató Biden en su libro Promise me, dad (Papa, prométeme…). Lo escribió en pleno duelo mientras Trump se alzaba con el poder. Beau Biden, escribía su padre, “tenía lo mejor de mí, pero se había quitado los defectos y errores de fábrica”. Su hijo le había pedido antes de morir que le prometiera que estaría bien a pesar de todo: de su muerte, de los problemas con el alcohol y las drogas y los escándalos de su hermano Hunter, del fallecimiento de su madre Neilia y su hermana Naomi en un fatídico accidente de tráfico en el que ellos mismos se vieron implicados… Las grandes tragedias de la vida de Biden que logró superar junto a Jill Biden sin olvidar nunca aquellas palabras que un día le dijo su padre y se convirtieron en su mantra personal: “El valor de un hombre no está en que no le tumben, sino en lo rápido que se levanta".
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