Toñi Salazar ha vuelto a ser actualidad y no precisamente por sus éxitos musicales. La denuncia pública de su exmarido, Pedro Rilo, ha dibujado un perfil totalmente desconocido hasta la fecha. El productor la acusa de graves amenazas, robos y continuadas intromisiones no solo por su parte sino también por la de su hijo Borja, a quien Pedro dio sus apellidos cuando cumplió los cinco años. La situación es tan inquietante que Rilo ha tenido que recurrir a sus abogados para buscar protección inmediata, pues teme que alguna de las advertencias recibidas se hagan realidad.
Vive una auténtica pesadilla que, dice a esta revista, espera que pase pronto desde su hogar en Marbella, en la que se refugia desde hace veinte años intentando encontrar una tranquilidad que se convirtió en desasosiego el día en el que, al parecer, Toñi y su hijo asaltaron su casa y se apropiaron de bienes que no les pertenecían. Esta revista ha podido saber que los presuntos asaltantes se enfrentan a cinco denuncias que podrían llevarles a prisión: estafa, robo, allanamiento de morada, daños y amenazas.
El productor ha pedido protección inmediata ante el temor a que le pase algo
No es la primera vez que Toñi Salazar y su hijo se ven envueltos en polémicas similares. En 2019, recién expulsada de ‘Supervivientes’ (Telecinco), la integrante de Azúcar Moreno denunció que había sufrido un sospechoso robo en su casa de Boadilla del Monte. Aunque nada más trascendió sobre aquel misterioso incidente, ‘Hoy Corazón’ ha podido confirmar que Toñi señaló en su círculo más próximo a la abogada Teresa Bueyes como autora responsable de lo sucedido y que justificó al interés de la letrada por cobrar el monto pendiente tras haberla defendido en numerosos procedimientos. Una treta, que podría traerle graves problemas, para evidenciar su falta de liquidez ante las deudas que les acechaban: «Obviamente es un dislate. Lo único cierto en todo esto es que tuve que embargarla para que me pagara todo lo que me debía. Ella y su hijo».
Precisamente fue a Borja a quien Teresa sacó dos veces de la cárcel. La primera por haber estafado al cambiar el precio de una bicicleta de dos mil euros por una de menor cuantía, y la segunda por un intento de homicidio al intentar rebanar el cuello con un cristal a un hombre en una discoteca. No será la única vez que Borja tendrá que enfrentarse ante un juez. Con un historial repleto de causas, en la actualidad de cinco testimonios acusan al joven de haberles destrozado la vida con supuestos engaños en la compraventa de vehículos. Coches que, según los citados testimonios, habría vendido de forma fraudulenta con averías inexplicables y cargas económicas sobre ellos. Tanto es así, que ya se preparan denuncias por supuesta estafa y que, de prosperar, acabarían con Borja entre rejas debido a sus antecedentes penales. Su madre podría correr la misma suerte.
Su dolorosa historia
Pedro Rilo y Toñi Salazar se conocieron a mediados de los ochenta y mantuvieron una relación de veintidós años pero, en contra de lo pensado por muchos, nunca contrajeron matrimonio. El fuerte carácter de la extremeña, que había convertido a Pedro en algo parecido a su mozo de llaves, acabó por provocar una separación que lo cambió todo. Representante, amigo, consejero y guía en tiempos convulsos, el fin de su matrimonio fue también el inicio del final de la época más brillante de Azúcar Moreno. Compositor de gran parte de los éxitos de las hermanas Salazar, el asturiano no dudó en abandonar su carrera artística para vivir en la sombra los éxitos de su mujer.
Discreto y cuidadoso con sus apariciones públicas, Pedro adoptó al hijo de la cantante cuando tenía cinco años y, según ha podido saber esta revista, siempre han tenido una buena sintonía. Tanto es así que, incluso, Pedro fue clave en los momentos más difíciles del joven que, además de sus ingresos en prisión, ha tenido graves altercados a lo largo de su vida. También en lo económico, pues siempre ha protegido a su expareja y su hijo en todos los asuntos más controvertidos en este aspecto.
La titularidad de la casa de Marbella en la que reside es el motivo principal del enfrentamiento. Una vivienda puesta a nombre del compositor que la cantante asegura haber pagado con su trabajo y que está dispuesta a demostrar con documentación. Sin embargo, Pedro sostiene que la propiedad es suya desde el inicio y que las declaraciones de Toñi no son más que una justificación ante el asalto que ya está judicializado.
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