“Vamos a casarnos”; ‘Cennet’

QUÉ HA PASADO

• Arzu quiere divorciarse.

• Melisa se va de casa y busca el apoyo de Selim.

• Kaya espera a Cennet a la salida de prisión y se presenta como su padre.

Mukaddes se inquieta al ver que ya está anocheciendo y Cennet no regresa a casa. Kaya tampoco sabe dónde está y Beste descubre que se ha llevado todas suspertenencias y ha dejado una carta de despedida. De inmediato, llama a su amiga y por los avisos que oye de una megafonía, llega a la conclusión de que está en la estación de tren de Sirkeci. Será Kaya quien vaya hasta allí y traiga de regreso a Cennet.

Aconsejada por Orhan, Melisa finge un ataque de histeria frente a su familia. “Amo a Selim y sin él no puedo vivir”, afirma. Muy preocupada, Sema visita a los Arisoy y les dice que Selim deberá responsabilizarse de sus actos. Por si no fuera suficiente para el joven, Cennet descubre su traición y lo confronta: “Ya no queda nada de Ali, el hombre del que me enamoré. Desde este momento para mí estas muerto”.

Sema acude a Kaya para que le arregle un reloj familiar y, casualmente, descubre que él es el padre de Cennet.

Arzu se inquieta por las amenazas de su ex

Arzu visita a Mukaddes y por primera vez se muestra vulnerable: “No sabes lo que yo sufrí… Vas a arrepentirte de acercarte a Kaya. Convertirá nuestra vida en un infierno”. De vuelta a casa, se queda de piedra al ver que Sema ha invitado a cenar a Cennet y Kaya. “¿Olvidaste lo que puedo hacerte? Yo soy tu dueño”, amenaza el hombre a su ex en un momento que se quedan a solas. Para completar la noche, Melisa y Selim aparecen cogidos de la mano. “Vamos a casarnos”, anuncian. Cennet no puede contener las lágrimas.

Con el paso de los días, Kaya no soporta ver sufrir a su hija y ordena a Halil que vigile a Melisa. Además, le envía mensajes amenazantes a Arzu para que detenga la boda. Cengiz también intenta que Selim recapacite: “La vida es demasiado corta para estar al lado de alguien que no amas”.

Mukaddes descubre que Kaya acaba de salir de la cárcel y se lo cuenta a Cennet. “No soy un asesino. Solo me defendí, era la vida de ese hombre o la mía”, explica él. Sin embargo, la anciana sigue desconfiando y el expresidiario le advierte que tenga mucho cuidado.

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