Un día más se produce una nueva evolución en las continuas disputas legales entre el príncipe Harry y Meghan Markle y Associated Newspapers. Hoy, sin embargo, un capítulo ha llegado a su fin: el duque de Sussex ha aceptado aceptado una disculpa y el reconocimiento de los "daños sustanciales" por parte del Mail on Sunday y el MailOnline por los artículos publicados el año pasado sobre su relación con los Royal Marines.
Sky News informa de que el príncipe demandó a Associated Newspapers por difamación a raíz de dos artículos "casi idénticos" publicados en octubre del año pasado, con el titular "un alto general acusa a Harry de dar la espalda a los Royal Marines’". Los artículos alegaban que el duque "no había estado en contacto… desde su última aparición como marine honorario en marzo", afirmando que no había mantenido el contacto desde que dejó de ser miembro senior de la familia real.
Esta mañana, Jenny Afia, representante de Harry, ha declarado en una vista a distancia en el Tribunal Superior: “Las historias infundadas, falsas y difamatorias publicadas en el Mail on Sunday y en la web MailOnline no sólo constituían un ataque personal contra el carácter del duque, sino que también ponían en duda, sin razón, su servicio a este país". Los abogados de Harry han dicho que Associated Newspapers había aceptado que las acusaciones eran falsas, "aunque después de que el daño ya estuviera hecho".
No se ha revelado la cantidad que se le ha concedido al duque en concepto de daños y perjuicios. Se sabe que donará el dinero a la Fundación de los Juegos Invictus, que supervisa la realización del evento que fundó en 2014 para el personal de las fuerzas armadas y los veteranos heridos, enfermos y lesionados. Su representante ha añadido que esto le permitirá sentir que "algo bueno ha salido de la situación".
Previamente, el periódico publicó una disculpa en diciembre, pero Harry y sus abogados consideraron que no tenía la misma importancia que los artículos originales y solicitaron permiso para que el acuerdo se leyera en audiencia pública. Los abogados de Harry afirmaron en los documentos judiciales que el periódico "despreció la reputación del demandante en su afán por publicar un artículo apenas investigado y unilateral en persecución del imperativo de vender periódicos y atraer lectores a su página web".
Su equipo jurídico enfatizó que el duque está orgulloso de haber servido en el ejército y que ha seguido apoyando a los Royal Marines y a otros miembros de las fuerzas armadas desde su traslado a Estados Unidos. Añadieron que le entristecía la forma en que los artículos empañaban su reputación, incluso socavando potencialmente la importante labor de las organizaciones militares en las que participa.
El príncipe sirvió como oficial del ejército durante diez años y tiene varios títulos militares honoríficos por su posición como parte de la familia real. El cargo de capitán general de los Royal Marines fue traspasado a él por el príncipe Felipe en 2017, al retirarse éste de sus funciones públicas. Tras el anuncio del Megxit el año pasado, la declaración de transición de Harry y Meghan en primavera de 2020 estipulaba:
"En relación con el ejército, el duque de Sussex mantendrá el rango de comandante, y los rangos honoríficos de teniente comandante, y líder de escuadrón. Durante este periodo de revisión de 12 meses, no se utilizarán los nombramientos militares oficiales del duque, ya que están en manos de la Soberana. No se realizarán nuevos nombramientos para cubrir estas funciones antes de que finalice la revisión de 12 meses de los nuevos acuerdos".
"Aunque, según el acuerdo, el duque no desempeñará ninguna función oficial asociada a estas funciones, dada su dedicación a la comunidad militar y sus diez años de servicio, seguirá, por supuesto, prestando su apoyo a la comunidad militar de forma no oficial. Como fundador de los Juegos Invictus, el duque seguirá apoyando con orgullo a la comunidad militar de todo el mundo a través de la Fundación de los Juegos Invictus y el Fondo Endeavour".
Artículo original publicado en Tatler y traducido por Anna Bachiller Ströhlein. Acceda al original aquí
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