Robert Brown, la increíble historia del hombre que afirma ser el hijo secreto de la princesa Margarita

No es la primera ni la segunda ni será la última persona sobre la faz del planeta tierra que intenta demostrar que por sus venas corre sangre de royal. Pero sin duda no todos los “hijos secretos” de la realeza cuenta con la trayectoria en los tribunales de Robert Brown, un contable de más de sesenta años que asegura ser el hijo secreto de la princesa Margarita de Inglaterra, efectivamente, la hermana de la actual reina de Inglaterra Isabel II. Y para demostrar su teoría no ha dudado en llegar hasta los tribunales.¿Pero por qué ha escogido a la princesa Margarita como protagonista principal de su historia de amores prohibidos, embarazos secretos y complots palaciegos? En realidad, porque aunque no lo parezca su alteza real en los años 50 era un objetivo muy fácil de escoger.

¿Podría haber tenido la princesa Margarita un hijo secreto?

Cualquiera que haya visto The Crown sabe que los Windsor a lo que más temen sobre la faz de la tierra es a los escándalos, y en los años 50 la vida amorosa de la princesa Margarita parece ser que era un escándalo tras otro. Quiso el destino que la mujer destinada a suceder a la reina Isabel II si a esta le pasaba algo tuviera como hobby enamorarse de la persona no adecuada para su título de alteza real.

Con apenas 17 años la princesa Margarita se enamoró del hombre de confianza de su padre, el capitán Peter Townsend. Ni qué decir tiene que él era bastante más mayor que ella (17 años) y para cerrar el círculo del desastre, además estaba casado y tenía dos hijos. Pero nada de esto impidió que, según uno de los libros del biógrafo de los royals Colin Brown, tanto el capitán como la princesa se convirtieran en amantes. Lo que empezó en un viaje oficial a Escocia explotó en otro a Sudáfrica y para cuando volvieron del país africano todo el mundo sabía que allí pasaba algo.

La princesa Margarita estaba dispuesta a renunciar a todo, corona y línea sucesoria incluida, por estar con Townsend y así se lo hizo saber a la reina, su hermana. El gabinete de crisis familiar se reunió y topó con la Iglesia que se negó en redondo a que la princesa uniera su destino a un hombre divorciado, pues la regla de la iglesia que preside la reina de Inglaterra es que básicamente los divorciados no pueden volver a casarse si sus ex parejas siguen vivas.

Aunque Peter Twonsend se divorció, la pareja no podía casarse y la princesa tuvo que asumir que su deber real estaba muy por encima de sus deseos. Y es en esta etapa turbia y pasional de la princesa en la que Robert Brown enmarca su propia historia. Nacido en Kenia el 5 de enero de 1955, este hombre asegura que es el hijo secreto de la princesa Margarita. De hecho, aunque tiene claro quién es su madre biológica, duda con el padre y da dos posibles nombres: el que ya conocemos, Peter Townsend o el aristócrata escocés Robin Douglas-Home, con quien la princesa también tuvo un romance.

Cuál es la historia que cuenta Robert Brown sobre su nacimiento

Robert Brown afirma que la princesa dio a luz y enviaron al bebé a Kenia donde le criaron unos padres adoptivos: Cynthia y Douglas Brown. El hombre que afirma ser el hijo secreto de la princesa asegura que toda esta operación fue orquestada desde palacio para evitar el escándalo que provocaría que se supiera que la princesa había tenido un hijo fuera del matrimonio.

Cuesta creer cómo, a la luz de las pruebas que aporta para afirmar tales cosas, la historia de Robert Brown haya tenido tanto recorrido en los tribunales. Él asegura que la frialdad con la que su madre le trataba estaba motivada porque, en realidad, no era hijo suyo. También afirma que la propia princesa en persona apareció en su casa cuando hizo una visita oficial a Kenia y que le hizo repetir “yo soy el rey del castillo”. “Recuerdo que estábamos jugando y durante el día me dijo que debía comportarme de la mejor manera porque algún día podría ser el rey de Inglaterra”, afirmó Robert en una entrevista al The Independent. Cuesta creer que un niño de 18 meses tuviera tanta memoria.

El resto de pruebas que esgrime para seguir considerándose el miembro secreto de la familia real británica son igual de endebles: por ejemplo, Robert asegura que el motivo por el que aunque nació el 5 de enero de 1955, su certificado de nacimiento no se registró hasta el 2 de febrero, es que en esa fecha la reina celebró una reunión con sus asesores de confianza en el que se tocó su caso y se decidió su destino.

¿Más pruebas? En una visita a Londres el MI5 le detuvo y borró un vídeo blog que había grabado a las puertas del Palacio de Buckingham. ¿Aún más? La familia real se niega a darle una muestra genética de la fallecida princesa Margarita para poder realizar una prueba de ADN que demuestre que es su hijo.

Aunque parezca todo un sin sentido, Robert Brown ha dedicado su vida a denunciar ante los tribunales a la familia real para reclamar su derecho a demostrar sus orígenes… y alguna victoria ha conseguido, en 2014 la Corte Suprema británica le reconoció su derecho a acceder al testamento de la princesa porque Robert Brown está convencido de que él aparece mencionado en el documento. Quizá hubiera sido más sencillo todo si la corona británica desmintiera de vez en cuando este tipo de historias con un no rotundo.

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