Carlos Sobera: ‘‘Me ofrecieron presentar ‘Gran Hermano’ cuando se marchó Mercedes Milá’’

A Carlos Sobera le sonríe la suerte, pero no quiere decir que ésta le ha llegado por casualidad, no, no. Si se ha convertido en uno de los presentadores más prestigiosos de nuestro país se debe a que no hay formato que se le resista como demuestra en ‘Supervivientes: Tierra de Nadie’, y a que conecta con el público como pocos, tanto en televisión como en el teatro. Una faceta que le permite desarrollar la de productor y actor, en el teatro Reina Victoria, al que sigue unido por lazos sentimentales y empresariales, ya que es la manera de poder elegir los textos con los que desarrollar sus dotes artísticas, en obras como ‘Asesinos todos’.

Carlos, volvemos a encontrarnos en el lugar del crimen.
Siempre se vuelve al lugar del crimen, en este caso al Teatro Reina Victoria de Madrid, en el que tantas ilusiones he puesto porque yo siempre he querido tener un teatro: quise alquilarlo, pero no pude y tuve que comprarlo, y luego tuve que desprenderme de él por la crisis económica, pero siempre vuelvo aquí.

«Soy un empresario puro y duro»

¿Para hacer realidad sus sueños?
Soy un empresario puro y duro porque me gusta mucho la producción, porque lo paso extraordinariamente bien. En esta obra somos productores y colaboradores con los autores de ‘Asesinos somos todos’.

¿Eso le da más libertad?
Para elegir los textos que más me gustan, bien sean de autores modernos, comedias, o algún clásico. Busco siempre funciones redondas, y no me refiero a la parte literaria, sino a esas en las que el público se queda pegado a la butaca.

¿Es lo que ocurre con ‘Asesinos somos todos’?
No sólo porque la trama sea buena sino porque el plantel de actrices es estupendo: Neus Asensi es una actriz maravillosa, Elisa Matilla es colosal, y Ángel Pardo, un clásico y un actor como la copa de un pino.

¿A las gentes del teatro se les da poca visibilidad?
Sin duda, porque el teatro se ha convertido en liturgia para el público que disfruta del espectáculo en directo y de las obras maestras de la literatura. No es de masas, afortunadamente, porque no sería lo mismo si en un teatro cupiesen quince mil personas.

«Parece que la etiqueta de televisivo ya te priva de hacer cualquier otra cosa»

¿Los éxitos televisivos repercuten en su trabajo como actor?
Siempre en positivo y en negativo. En positivo porque vienen a verte los que te quieren, y eso supone un tirón en recaudación y en taquilla, y en negativo porque hay gente que sólo viene por la obra o para ver al resto de los actores y actrices.

¿Por qué ese descrédito hacia quienes trabajan en televisión?
Porque parece ser que la etiqueta de televisivo ya te priva de hacer cualquier otra cosa que no sea televisión. Lo curioso es que quienes tienen esos prejuicios son más los profesionales que el público.

¿Envidia?
No, les molesta que pases de un medio a otro, algo que no siente el público, que es muy generoso. Después te juzga, pero no a priori.

Presenta ‘El precio justo’, un clásico de la televisión.
A mí me gusta mucho variar porque siempre he sido contrario a que me encasillen, pero para eso tienes que contar con la confianza de las cadenas. Yo he tenido y tengo la posibilidad de presentar ‘First Dates’, la gala de ‘Supervivientes’ y ‘El precio justo’, y eso no sólo me divierte, sino que me permite ir más allá y variar mucho.

¿Cómo es su relación con Vasile?
Creo que me tiene mucho cariño, y yo a él un cariño enorme y respeto porque es la persona que más sabe de televisión dentro de la televisión.

Que apueste por usted es de agradecer.
Es cierto que tiene mucha confianza en mí, le gusta cómo lo hago y se lo agradezco porque al final es él quien autoriza. Vasile es el primero en darte confianza y cuando la tienes, todo es más fácil.

«Elegí volver al teatro y no me he arrepentido»

¿Alguna vez ha dicho «no me veo haciendo esto»?
En mi primera época en Mediaset tuve la fortuna de que me ofrecieran presentar ‘Gran Hermano’ cuando se marchó Mercedes Milá.

¿Por qué no aceptó?
Agradecí que tuvieran confianza en mí, lo que pasa es que estaba en un momento de crisis porque había tenido un gran éxito con ‘¿Quién quiere ser millonario?’, y me empeñé que tenía que dar un giro de 180 grados y volver a mi carrera de actor, porque yo llegué a Mediaset para trabajar en ‘Al Salir de clase’, es por lo que no acepté sustituir a Mercedes.

Se tiraría de los pelos.
Nunca, porque tomas decisiones en función de lo que haces o piensas en cada momento. No era un niño, tenía casi 42 años. Tuve dudas, como es lógico. Mercedes había dejado el listón muy alto, y si aceptaba presentarlo, sabía que podía durar mucho tiempo ahí.

Es lo que buscan los presentadores.
Fíjate que yo tuve conciencia de que ‘GH’ era la bomba porque yo hacía en ‘¿Quién quiere ser millonario?’ un 30% de audiencia, y ‘GH’ el 70%. Y elegí la vuelta al teatro, no me he arrepentido.

¿Para ser presentador hay que ser un buen actor?
No, para presentar debes ser tú mismo, y seguir las directrices del director. Después hay cosas como la capacidad de improvisar, el ingenio, la cercanía y la humildad, valores que unos los saben utilizar mejor que otros.

¿Hacer de celestino en ‘First Dates’, le divierte?
El secreto de ese programa es saber escuchar, yo no juzgo a nadie, pero escucho a todo el mundo, y trato de aprender porque hay gente muy original que me sorprende.

¿Lo dice en serio?
Sí, con los años que llevo en la tele tener la capacidad de sorprenderme es de agradecer, porque se trata de gente que no conoce el medio, que explotan su personalidad tal y como es, y eso no es fácil.

¿Por qué cree que se desnudan emocionalmente?
Porque les llevamos a un restaurante que no lo es, en la barrahablamos con ellos, no les entrevistamos, les transmitimos sensación de confianza. Cuando se encuentran con la pareja, esta se convierte en su confidente, y cuando se sientan, tienen la sensación de estar en un restaurante de verdad.

¿Qué le diferencia de ‘GH’?
En este tipo de programas tienes que ser lo más neutral posible, tratar de sacar toda la información que puedas, pero de manera educada para no herir a nadie. Sin embargo, en ‘FD’ cuando recibes a alguien, eres el anfitrión y hay que tratarlos como un rey o una reina. Es otra historia, otra actitud.

«Estamos deseando recuperar la normalidad»

¿Los gustos del público han cambiado?
El del teatro es más efusivo porque quienes vienen al teatro lo hacen con una entrega absoluta. Vienen a disfrutar. La comunión entre público y actor se percibe ahora mucho más.

¿Pasaremos página sin acordarnos de la Covid?
Estoy seguro, porque estamos todos deseando recuperar la normalidad que teníamos antes, lo llevamos en el ADN, somos sociables, nos gusta estar en grupo, no podemos vivir de otra manera.

Ha seguido trabajando pese al virus.
Cuando empezó el confinamiento duro, yo estaba feliz de estar en casa, pero el tener que ir una vez a la semana a Telecinco a hacer ‘Supervivientes’, era como un soplo de aire fresco.

Algo echaría en falta.
Las dos o tres primeras semanas las pasé canutas, me daba miedo salir porque tenía la sensación de que estábamos viviendo el apocalipsis, sobre todo cuando volvía de Telecinco a las dos o las tres de la madrugada, y en la calle solo me encontraba los controles de la policía.

¿Cómo se organizaban en casa?
Nos turnábamos para hacer la compra, había unas colas tremendas, guardábamos las distancias, y si por casualidad rozabas a alguien, te reprendían.

Nadie estaba preparado para algo así.
Estoy de acuerdo. Yo no creo que nuestro gobierno lo haya hecho bien, pero en países como Alemania, Francia e Italia que supuestamente están por encima de nosotros, lo han hecho igual de mal. El Covid nos ha superado a todos.

Sorprende que no haya habido revueltas.
Yo creo que la gente ha estado más a la altura que la clase política, porque ha aceptado sin rechistar todo tipo de restricciones.

¿Está en riesgo nuestra democracia?
Espero que no, pero si lo está no será por el comportamiento de los españoles, que es exquisito. El riesgo es más virtual que real, provocado por charlatanes.

Ha dicho que quiere llevar a Ayuso a ‘First Dates’.
Me encantaría que viniera, y le pondría con quien ella quisiera, pero tiene que ser alguien con mucha determinación, porque ella la tiene.

¿Con Almeida quizá?
Se lo propusieron, pero se echó para atrás. Y me dijo la presidenta que el alcalde liga más de lo que dice.

¿A qué otros políticos invitaría al programa?
¿Para buscar pareja? Yo a Casado le pondría con Carmen Calvo.

¿Y a Pedro Sánchez?
Consigo mismo, esa cita sería infalible.

«Mi mujer y yo nos llevamos muy bien»

¿Qué tal Patricia, su mujer, y usted?
Tenemos personalidades afines, con controversias, y nos llevamos muy bien.

Arianna, la hija de Patricia, apunta maneras de actriz.
Estudia Derecho, quiere terminar la carrera, y desde hace un año da clases de arte dramático con Cristina Rota. Había una oportunidad en el programa y me parecía que le podía servir para ir cogiendo experiencia. Ha pasado un casting, tiene salero, se sabe mover, y es muy guapa.

¿Qué consejos le da?
No muchos, los justos. Le digo que haga caso al director y que no sobreactúe, tampoco la atosigo, porque creo que de los errores se aprende.

¿Y Natalia, la pequeña?
Si Arianna apunta maneras, Natalia ni te cuento, lleva el mismo camino de cuando yo tenía su edad. Lo mismo después quiere ser ingeniera, no sé… Es muy joven, tiene 13 años, es extrovertida, con una imaginación extraordinaria.

Entrevista realizada en el Teatro Reina Victoria de Madrid

Mi foto favorita

«Esta foto en la que estamos Neus, Elisa, Ángel y yo, me gusta porque refleja muy bien cómo somos cada uno».

¿Quién es Carlos Sobera?

Nació en Baracaldo, Vizcaya, el 11 de agosto de 1960.

Trayectoria Comenzó en la interpretación con el Grupo La Espuela, al tiempo que estudiaba Derecho en Deusto. Fue profesor de Derecho Civil en la Universidad del País Vasco. Fundador del grupo teatral El Aula de esa misma Universidad. En 1994, comienza como guionista en Euskal Telebista para el programa ‘Boulevard’. Debuta en Telecinco con ‘Al salir de clase’. En esa cadena presenta ’50 por 15′ y ‘¿Quiere ser millonario?’. En 2004 ficha por Antena 3TV, para presentar ‘¿Hay trato?’, entre otros. En TVE presentó el concurso ‘Atrapa un millón’. Dos años después vuelve a Mediaset, a Cuatro con ‘First Dates’, y a Telecinco con ‘Volverte a ver’, y ‘Supervivientes’. En 2016 compra el Teatro Reina Victoria de Madrid, que tuvo que vender debido a la crisis. Actualmente presenta en Telecinco ‘El precio Justo’. Trabaja en la obra ‘Asesinos todos’, en el Reina Victoria.

Familia Casado con Patricia Santamarina, con quien tiene una hija en común, Natalia, de 13 años de edad.

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