En Jordania, un estado habitualmente conocido por su estabilidad, se ha descubierto un complot fratricida que va más allá de cualquier pelea o traición a la que nos hayamos acostumbrado viendo la vida de los Windsor en Netflix o Juego de tronos en HBO. El episodio que ha vivido Jordania podría haber dañado a esta monarquía de cara amable y siempre presente en los medios de comunicación como una institución moderna y moderada en una zona del planeta repleta de conflictos y que tiene siempre un referente de estilo gracias a la imagen internacional de su reina, Rania.
Pero la gran crisis que se vivía de puertas adentro se conoció mundialmente el pasado 3 de abril, cuando las autoridades jordanas desmontaron uncomplot contra el rey y detuvieron, al menos, a 18 personas por este motivo. Una lucha interna por el poder en la que parece que estaba implicado el príncipe Hamzah, hermanastro del actual rey Abdalá II que ha recibido el perdón real a pesar de haber remitido vídeos y audios a la BBC en abril en los que aseguraba ser dino hijo de su padre y tener todo el derecho de «servir a mi país como le prometí a él y juré ante él en su lecho de muerte». ¿Quién es quién en ese complot? ¿Qué ha sucedido en la monarquía jordana y cómo se está solucionando?
La difícil herencia que dejó el rey Hussein I de Jordania
El actual rey Abdalá II, esposo dela reina Rania, es el hijo mayor de Hussein de Jordania, un rey longevo –reinó desde 1952 hasta 1999, cuando falleció de un cáncer linfático–, muy querido en su país y protagonista de numerosos reportajes familiares en la prensa internacional. Hussein nombró heredero a su hermano Hassan, que ejerció de regente entre julio de 1998 y la muerte del monarca.
Pero las cosas no eran fáciles en el entramado familiar, una familia real nacida de los cuatro matrimonios que contrajo el rey Hussein y de los 12 hijos que nacieron de esos cuatro matrimonios. Con su primera esposa, la princesa Dina, de origen egipcio, Hussein tuvo solo una hija, la princesa Alia. Fue un matrimonio acordado por sus familias y el divorcio llegó dos años después.
Con la segunda, la princesa Muna (de origen británico y de nombre Toni Gardiner), con quien se casó en 1961, tuvo cuatro hijos: Abdalá –el actual rey-, Faisal, que se ha convertido en la mano derecha de Abdalá y que actúa como regente y las gemelas Aisha y Zein. Hussein designó heredero a Abdalá, cuando tenía un año, apartando a su hermano Hassan, aunque luego volvió a nombrarle heredero, para que pudiera haber un adulto en el trono, puesto que Abdalá todavía era un niño. Pero las cosas se complicaron más.
Hussein se divorció de Muna y se casó en 1972 con la princesa Alia, con quien tuvo tres hijos. Alia se convirtió en una figura legendaria y adorada por su país cuando perdió la vida en un accidente de helicóptero en 1977. Haya, que recientemente protagonizó un duro divorcio con el Emir de Dubai, al que acusó de malos tratos, es una de sus hijas. Su hermano Ali es el presidente de la Federación de Fútbol de Jordania.
Su última esposa fue la norteamericana Elizabeth Halaby, licenciada en Arquitectura por Princeton, que adoptó el nombre de Noor-al Hussein, la luz de Hussein. De su matrimonio con Noor nacieron cuatro hijos. El mayor fue el príncipe Hamzah, hoy acusado de participar en un golpe de estado contra su hermano. Su madre, Noor, siempre apostó por él como sucesor y Hussein estaba de acuerdo en los años finales de su vida, pero cambió de idea en el último momento.
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La vida familiar y política fue tranquila, hasta que, en 1999, Hussein acusó a su hermano Hassan de desestabilizar la monarquía y a su familia, cuando ya estaba postrado en una cama de hospital tratándose de un cáncer. Entonces tuvo que tomar la decisión de nombrar un nuevo heredero. Hamzah era su preferido, pero apenas tenía 18 años, y estaba estudiando en la academia militar de Sandhurst. Los notables del reino tampoco lo veían claro. Entonces Hussein nombró a Abdalá, algo que sorprendió bastante. Una semana después Hussein falleció.
Abdalá nombró como su heredero a Hamzah al subir al trono, cumpliendo los deseos de su padre. Pero cinco años después, en 2004, cambió de opinión y dejó a Hamzah sin el titulo de sucesor. Y otros cinco años después nombró a su propio hijo primogénito (que también se llama Hussein en honor a su abuelo), como el heredero al trono, un joven que ahora tiene 27 años.
Abdalá había conocido a Rania en un cena, en 1993, y pocos meses después se casaron. La pareja real tiene cuatro hijos: Hussein, el heredero, Iman, Salma y Hashem. Hoy por hoy Rania es uno de los elementos más valiosos de la imagen exterior de Jordania, a pesar de que recibe críticas por considerar que gasta en exceso.
La reina Noor, que en los años setenta y ochenta se convirtió en el epítome del “glamour” en Oriente Medio y en un icono en la prensa occidental no mostró su parecer, pero nunca aceptó ni la decisión de Hussein, nombrando a Abdalá, ni la de Abdalá retirando el titulo de sucesor a Hamzah. También debió ser duro para ella envejecer y verse eclipsada por la reina Rania.
Hoy, cuando su hijo se ha visto involucrado en este feo intento de destronar a su hermano, el rey Abdalá, la reina Noor ha expresado públicamente desde su cuenta de Twitter su fe en su hijo. Agencias de prensa internacional han confirmado que esta semana dos de los 18 detenidos en la operación contra el golpe de estado fallido han pasado a disposición judicial por intentar desequilibrar el país. El hermanastro del rey no es ninguno de esos dos encausados, oficialmente Abdalá II lo ha perdonado después de que le jurara fidelidad. ¿Habrá terminado aquí todo?
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