Durante el ultimo año hemos echado de menos muchas cosas. Abrazar a nuestros seres queridos, viajar aunque sea dentro de nuestras fronteras y sí, también disfrutar del ocio nocturno y las veladas que se alargan hasta pasada la medianoche. Ahora, con una situación mucho más controlada y un futuro optimista, la moda responde a todo aquello que la dominó el pasado año. Frente a los colores neutros, triunfan los más llamativos. Frente a las prendas lisas, los estampados más atrevidos y, frente a las prendas más cómodas, las de fiesta más maximalistas resurgen de las cenizas dispuestas a volver con fuerza este verano. De todas ellas hay un claro protagonista: el vestido corto de fiesta que no solo se adaptará a las cálidas temperaturas, sino que pone la nota mucho más atrevida que sus compañeros midi y que además acostumbra a ser idóneo para lucir bronceado.
Es por ello que después de mucho tiempo toca ir pensando en el armario más elegante. Mucho se ha hablado ya de la vuelta del armario más arreglado, formal y extravagante como respuesta a todos los meses que han estado dominados por los looks de teletrabajo, los chándales o las tendencias pijameras. Todo esto, como una respuesta a la pandemia vivida y como muestra del optimismo generalizado ante el cambio de rumbo. Por todo ello, no es sorpresa encontrar que los escaparates virtuales de las firmas de moda se han llenado de altos tacones que vienen dispuestos a eliminar de la ecuación, o al menos durante algún rato, a las deportivas, de brillantes joyas y también de vestidos de fiesta que vestir sin cesar este verano.
Entre ellos, esta temporada destacan los vestidos mini camiseros, los eternos lenceros satinados que ya triunfaban en los años 90 de la mano de la top model por excelencia, Kate Moss, los de grandes volúmenes y volantes que ponen la nota maximalista a cualquier evento que se precie, los de favorecedor escote halter y también otras opciones con transparencias, en colores neón o los siempre favorecedores drapeados y con cinturón que ayudan a estilizar como ningún otro la silueta.
Si hace mucho que no añades un vestido corto de fiesta al vestidor, es momento de echar un vistazo a los más destacados de la temporada, tanto los de carácter más formal como los que sirven para acabar de la mejor manera los días de playa, que apenas necesitarán de un bolsito de mano, unos pendientes con carácter y tus sandalias favoritas del verano para brillar como ninguno.
Vestido cruzado multicolor, de Mioh (184 euros).
Comprar
Vestido con bordados, de Uterqüe (159 euros).
Comprar
Vestido satinado con mangas abullonadas, de Lolali (175 euros).
Comprar
Vestido de estampado floral, de P.A.R.O.S.H. (417 euros).
Comprar
Vestido con escote corazón y cinturón, de Cyrana (215 euros).
Comprar
Vestido satinado anudado, de Magda Butrym (1.050 euros).
Comprar
Vestido corto de lino rojo de tirantes, de & Other Stories (69 euros).
Comprar
Vestido de escote halter, de Mango (29,99 euros).
Comprar
Vestido camisero marrón, de The Attico (450 euros).
Comprar
Vestido nala, de Stine Goya (350 euros).
Comprar
Vestido con manga abullonada y estampado floral, de Baum und Pferdgarten a la venta en Danish Reveal
Comprar
Vestido americana blanco, de Karl Lagerfeld (295 euros).
Comprar
Vestido lencero satinado rosa, de Bershka (17,99 euros).
Comprar
Vestido de cuadros vichy con botones y cuello a contraste, de Cuplé (89 euros).
Comprar
Vestido lencero amarillo vainilla, de The Kooples (295 euros).
Comprar
Vestido camisero off-shoulder, de A/Raise (520 euros).
Comprar
Vestido corto ritmo, de Charo Ruiz (369 euros).
Comprar
Vestido con flores bordadas, de Sandro (295 euros).
Comprar
Vestido de estampado paisley, de Scalpers (89 euros).
Comprar
Vestido cruzado de cuadros vichy, de Coosy (79 euros).
Comprar
Vestido de tirantes con estampado patchwork, de Desigual (59,95 euros).
Comprar
Vestido de flores, de IKKS (156 euros).
Comprar
Fuente: Leer Artículo Completo