Conforme se avanza en la lucha contra la pandemia comienzan a cuajar algunas de las tendencias que vimos hace unos meses sobre la pasarela y que nos trasladan a un mundo más optimista, en el que las noches de verano son sinónimo de fiesta (todavía con las debidas precauciones). Una de ellas son las lentejuelas, que hasta ahora descansaban en el armario a la espera de que llegasen tiempos mejores y que presagian que lo mejor está por venir.
Blanca Miró lo ha confirmado con dos looks de Dior que ha colgado en su perfil de Instagram, con motivo del desfile de la colección crucero 2022 de la casa francesa. Pero antes lo habíamos visto en las propuestas para esta primavera-verano 2021 de firmas como Isabel Marant, Balmain, Paco Rabanne o Louis Vuitton.
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Las lentejuelas llegan como tendencia, sobre todo, en tops y vestidos de fiesta, pero también en monos como los de Balmain. Resulta un contraste en contraposición al auge del athleisure, el loungewear y de las prendas jogger que marcaron 2020 y que siguen marcando 2021. Una propuesta a la alegría en el vestir que ha unido a varias firmas en propuestas cercanas a la cultura disco que marcó los años 70 (otra de la tendencias que ha vuelto con fuerza esta temporada). Entre los colores más destacados para las lentejuelas se encuentra el rosa, también como propuesta a mirar el futuro con más optimismo, pero también el plateado, como sinónimo de elegancia.
A las lentejuelas se unieron en la pasarela otros elementos propios de los looks de fiesta, como la pedrería, la seda o las transparencias. Juntos componen una auténtica declaración de intenciones y una invitación a un verano brillante.
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