Isabel II, felicidad y sonrisas junto a Lady Penny (la amiga del duque de Edimburgo) en un evento hípico

Ayer fue el segundo día del prestigioso concurso ecuestre Royal Windsor Horse. Un día marcado por la asistencia de la condesa Sofía de Wessex, que recorrió los terrenos del castillo de Windsor para hacerse una idea de cómo transcurría el espectáculo. También porque su hija, lady Louise Windsor, forma parte de la competición, que dura cuatro días. ¿La especialidad de la Windsor? La conducción de coches de caballos, por supuesto. Lady Louise es la representante de la familia real británica, y defiende el puesto de subcampeona junior en el certamen de la British Driving Society, que forma parte del concurso.

Tras la muerte en abril de Felipe, duque de Edimburgo, se cree que lady Louise, su nieta, heredó tanto su carruaje verde oscuro como los dos ponis que lo tiran: Balmoral Nevis and Notlaw Storm. Un conmovedor gesto hacia la pasión deportiva que ambos compartían. El fallecido duque estuvo presente como espectador en la última competición de lady Louise, en 2019, cuando terminó tercera en el concurso individual de coches de caballos en limonera [con un único animal].

La reina y la condesa Mountbatten de Burma, entusiastas de la equitación desde hace décadas, también se dejaron ver en la competición, y las imágenes del evento las muestran risueñas mientras contemplan uno de los concursos.

Hay mucho más que coches de caballos en tan rutilante evento: las élites compiten en salto de cinco estrellas, doma clásica, y exhibición; sin olvidar las actividades que más cariño reciben: la carrera Grand National de ponis Shetland, el desfiles del regimiento ceremonial de la Household Cavalry. La publicación especializada Horse & Hound contaba que hay más de 17.000 animales participantes en total en el evento, incluyendo 22 animales propiedad directa de su majestad.

El evento en sí tiene lugar en los majestuosos aledaños del castillo Windsor, en un enorme terreno preparado para todo tipo de clima. El miércoles, los habilidosos jinetes de Azerbayán, con sus brillantes uniformes, dieron un espectáculo a medio camino entre la gimnasia y el circo. Y ayer, el día empezó con una previa de lo que el equipo olímpico británico de doma y de concurso completo tienen preparado para los Juegos de Tokio. Incluyendo a Charlotte Dujardin, que ganó el oro en doma clásica en los Juegos de Londres de 2012.

El evento tiene casi colgado el cartel de "no hay billetes", y los organizadores están encantados de haberlo sacado adelante incluso en la incertidumbre covidiana. Hasta tienen preparadas medias jornadas llamadas "Tardes de Champán", a la que los invitados llegan después de las cuatro de la tarde para disfrutar con una buena copa de espumoso el programa de tarde.

Artículo publicado en Tatler y traducido. Acceda al original aquí.

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