Pablo Larraín, director de ‘Spencer’: Admiro muchísimo lo que ha hecho el príncipe Harry

Pablo Larraín llegó a Telluride el primer fin de semana de septiembre, apenas unos días después del revuelo que desató el estreno de Spencer, su última película, una suerte de suposición protagonizada por Kristen Stewart de cómo podrían haber sido tres días específicos en la vida de Diana que mezcla diferentes géneros.

Mientras tiene lugar esta entrevista con Vanity Fair, el cineasta espera sentado en las inmediaciones del Palm Theater en la que sería la tercera proyección de la película ante el público asistente, en este caso en el Festival de Cine de Telluride de este año. Está entusiasmado pese a sufrir las secuelas del jet lag, y ya es consciente de que ningún festival de cine se asemeja a este. “Se trata de ver películas de verdad y de conectar con ellas”, dice. “Es como una terapia cinematográfica, como si sanáramos aquí. Todo el mundo se está curando de lo que ha sucedido en este último par de años”.

Spencer, que ya está entre las favoritas de cara a la temporada de premios y ha recibido críticas muy favorables, está siendo descrita como un “cuento de hadas al revés” y se centra en la perspectiva de Diana a lo largo del fin de semana de las navidades en los turbulentos primeros 90, momento en que su matrimonio estaba a punto de desmoronarse y ella tenía que soportar un escrutinio constante, tanto por parte de los paparazzi agolpándose a las puertas de la finca como de la familia real que se encontraba dentro de ella.

Si bien concurren algunos elementos basados en hechos reales en esta historia, Larraín —que fue responsable de Jackie, el biopic de Jacqueline Kennedy—no ha firmado en absoluto un biopic al uso. Spencer, que se sostiene gracias a la espectacular actuación de Stewart (y que se estrenará en los cines estadounidenses el 5 de noviembre) supone una fábula imaginaria de esos tres días y un análisis de la maternidad e identidad basado en la propia madre de Larraín. El cineasta chileno de 45 años conversa con Vanity Fair (en la que es apenas su segunda entrevista relacionada con la película) y nos cuenta por qué Stewart se convirtió en su gran apoyo durante el rodaje, cómo aprendió a ser capaz de ver sus propias películas y qué es lo que piensa sobre cómo podrían reaccionar el príncipe Guillermo y el príncipe Harry, los hijos de Diana, al ver la película.

¿Cómo te sentiste al poder estar sentado junto a los espectadores y ver Spencer, primero en Venecia y ahora aquí, en Telluride?
Solía evitarlo. Me pongo nervioso cuando estoy con más gente. Bastante nervioso. Solía salirme de la proyección en cuanto se apagaban las luces. Pero cuando estuvimos en Venecia con Jackie, Natalie [Portman] me dijo “tú te quedas”. Así que me quedé. Y desde entonces siempre me he quedado y ha sido precioso. Después del pánico inicial sienta bien poder vivirlo y aprender del proceso.

¿Cuándo te surgió por primera vez la idea de que querías hacer una película sobre la princesa Diana?
De pequeño solía ver que mi madre estaba muy interesada en Diana. Y en un momento dado, mi hermano, que produce absolutamente todo lo que hago, y yo pensamos en hacer quizás una película sobre Diana y tratar de hacer una película que le gustase a nuestra madre. Y entonces nos pusieron en contacto con Paul Webster en Inglaterra. Él me dijo “deja que compruebe si interesa por aquí”. Y me volvió a llamar diciéndome “sí, hay algo de interés”. Así que fuimos a ver a Steven Knight, con quien iba a rodar una película que no salió adelante, pero sus palabras y su precisión se quedaron conmigo. Dimos con el concepto en una comida juntos, después se fue y tres meses después ya teníamos el guion. Fue francamente rápido.

¿Cómo fue que decidiste centrar la película en apenas tres días de su vida?
Bueno, después de hacer Jackie aprendimos que con solo acompañar a una persona durante tres días probablemente ya podrías desarrollar una transformación hermosa a lo largo de una crisis muy específica. Sabemos que en una crisis es donde podemos conocer realmente bien a una persona. Aquella crisis probablemente fuese la de encontrar su propia identidad. El cómo entendemos que se trataba de alguien que podría existir fácilmente por sí misma y tener su propia identidad más allá de su matrimonio y de la familia real británica. Y después surgió Spencer como idea de lo más simple y singular. Siempre me pregunto a qué se debe el apellido de la realeza. Son miembros de la Casa de Windsor y pasan a ser “de Gales”. Princesa es un título, pero ¿cuál es su nombre? Así que, no sé, eso me parece una gran transformación.

Y al mismo tiempo, consideramos que aquel cuento de hadas que le sigue podría ser también muy dramático y trágico. Y en lugar de estar presentes en esa tragedia y convertirla en parte de la historia, sentimos que sería mejor convertirla en un tipo de tragedia más existencial. Además, lo que sucedió es que en los últimos años, la manera en la que me identifico con su recuerdo y su proceso evidentemente pasa por la perspectiva de Guillermo y Harry, ¿sabes? De modo que los veo y sé quiénes son. Los respeto. Y, de alguna manera, con mis limitaciones, trato de entenderlos. Pero veo a Diana como madre, y es ahí donde de alguna manera tratamos de entender que teníamos entre manos una historia hermosa que contar sobre la maternidad.

Una de mis escenas favoritas es esa en la que Diana está jugando con sus hijos a ser un capitán militar y a que ellos sean sus soldados, así que tienen que responder a sus preguntas rápidamente y de manera honesta. Es muy alegre y tierna.
¿Sabes cómo surgió aquello? Estábamos haciendo un casting para los niños y empecé a jugar a ese juego porque es una buena manera de hacerles improvisar y ver cómo reaccionan. Fue a través de Zoom. Vimos a muchos, muchísimos niños y luego preseleccionamos a unos tres. Así que yo decía cosas como “Soldado, ¿de qué color son sus calcetines?” y ellos respondían con algo tipo “amarillos, señor”. Yo preguntaba “¿De qué equipo eres?” y ellos respondían “del Manchester United”. Fue muy divertido y creamos algo único, llamé a Steve y le dije “¿Steve, podrías guionizarlo?”. Así que lo hizo, y después Kristen y los niños idearon la lógica del juego. Es la única escena de la película que está en parte improvisada.

¿Cómo decidiste que Kristen Stewart era la indicada para el papel?
Se barajaron otras personas. Teníamos algunas dudas (no en mi caso, sino en el de otras personas que financian la película) con respecto a que lo hiciera una actriz norteamericana. Y pensé que obviamente aquello tenía su importancia, pero creo que Kristen posee ese misterio y magnetismo necesarios. Vi su película Personal Shopper y me encantó, y no la entendí del todo precisamente por ella. Aquello me dio mucho que pensar. No fui de veras capaz de habitar su presencia. Y cuando eso sucede creo que entra en el terreno de lo poético, en la manera en la que lo vemos.

Así que le enviamos el guion y yo me puse bastante nervioso de cara a saber si aceptaría o no. Y entonces me llamó y me dijo con su acento norteamericano “Me apunto, tío”. Así fue como empezó todo y ella nunca, jamás, a lo largo de todo el proceso, ni siquiera el otro día en Venecia o aquí, ni tan siquiera cuando estaba caracterizada, actuando y ensayando o lo que fuera, nunca jamás tuvo miedo. Yo sí, en varias ocasiones, por lo que fuera que estuviese sucediendo. Al contrario de lo que suele pasar, fui yo quien se aferró a su fuerza. Ella fue realmente quien sostuvo la película sobre sus hombros. Por supuesto que yo hice mi trabajo. La dirigí. Dirigí la orquesta que se convierte en película, pero ella es una fuerza de la naturaleza.

Mencionaste algo sobre tener miedo. ¿Se debió específicamente a esta película o forma parte de tu proceso en general?
No, no es un miedo específico con respecto a esta película. Es la incertidumbre habitual que sientes antes de meterte a hacer una película que, como cualquier película, es algo muy frágil. Por mucho que te esfuerces organizándolo todo desde antes, la realidad es que las películas se hacen en la sala de edición y todo lo demás se lleva a cabo para llegar hasta ahí. No creo que la palabra correcta sea miedo. Creo que más bien se trata de afrontar ese vacío, esa incertidumbre con respecto a cómo será. La verdad es que Kristen es una especie de milagro.

Según el eslogan de la peli, se trata de un cuento de hadas al revés. ¿De dónde sacasteis la idea?
Sí, es verdad y tiene su lógica. Y es algo de lo que ya habíamos hablado. ¿Conoces a Walter Benjamin? Era un intelectual. Tengo que leerte una cosa que dijo: “Y vivieron felices para siempre, dice el cuento de hadas. El cuento de hadas, que hoy en día es el primer tutor de los niños porque en su día lo fue de la humanidad, pervive en secreto dentro de la historia. El primer verdadero narrador es, y así seguirá siendo, el que narra los cuentos de hadas. Siempre que se requería de un buen consejo el cuento de hadas lo tenía, y cuanto mayor era la necesidad, más cercana resultaba su ayuda. Esta necesidad la crearon los mitos. El cuento de hadas nos habla de los primeros preparativos que tuvo que llevar a cabo la humanidad para sacudirse las pesadillas que el mito alojó en su pecho”.

¿Lo leíste mientras te preparabas para la película?
No, lo leí la semana pasada. No estaba relacionado con la película. Pero lo que me parece precioso es que le contemos cuentos de hadas a los niños. Yo mismo tengo niños. [Lo hacemos] para generarles algo de paz y belleza antes de dormir y para procurarles una niñez hermosa y optimista. Pero más adelante crecemos y nos enfrentamos al vacío de la adultez, al miedo a las crisis y a los problemas que todos tenemos. Y tratamos de sobrevivirlo. Trabajamos muy duro para sobrevivir a esos problemas. A veces no lo conseguimos. Así que supongo que todos podemos sentirnos identificados con Diana porque cuando se hizo mayor después de su niñez de cuento de hadas tuvo que hacer frente a muchas situaciones terribles. Así que su vida, su cuento de hadas hecho realidad, es algo que, en mi opinión, se merece tener su propia película.

Muchos han puesto de relieve que Kristen, al igual que Diana, ha tenido que lidiar con los paparazzi y con estar en el ojo del huracán desde muy joven. ¿Hablasteis sobre ese tema?
No. Nunca en relación con ella. Jamás. Entiendo lo que dices. Estábamos metidos en el personaje y extremadamente centrados en eso. Te diré que como los paparazzi son gente que está lejos, la suya es una cultura de objetivo de largo alcance. Así que se trata siempre de alguien escondido con un teleobjetivo de largo alcance. Cuando haces una película como esta acercas hasta aquí la lente, no hasta aquí. Así de cerca [sostiene la mano a 5 cm de su cara]. Respiras con ella y se convierte en algo íntimo y, precisamente por eso, en algo más enigmático.

Durante el rodaje hubo paparazzi a nuestro alrededor en todo momento, y en Inglaterra aquello fue un horror. Hubo algunos tipos realmente maleducados, gente muy violenta y agresiva. Pero a Kristen no le afectaba. Así que no tuve que hacer nada para ayudarla en ningún sentido porque llevaba eones lidiando con ello. No me necesitó. No creo que necesite a nadie.

Antes mencionaste a los actores que interpretan a Harry y a Guillermo. ¿Cómo crees que se podrían sentir los verdaderos Harry y Guillermo si vieran esta película?
Mira, si quieren verla al final contactarán con alguien que pueda hacérsela llegar. Estaremos encantados de enseñarles la película. Tengo un enorme respeto hacia ellos y admiro muchísimo lo que ha hecho Harry. Pero esta situación podría ser difícil para ellos. No lo sé… no me gustaría hacer nada que pudiese crear cualquier tipo de problema. Ya han tenido más que suficiente. No quiero añadirles nada más. Hice esta película por respeto y amor hacia su madre y la mía. Es una peli de madres.

Artículo original publicado por Vanity Fair USA y traducido por Darío Gael Blanco. Acceda al original aquí.

Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, Condenet Iberica S.L. puede recibir una comisión. Lee aquí nuestra política de afiliación.

Fuente: Leer Artículo Completo