La Rosalía que todos tenemos en mente no es precisamente minimalista. Uno se imagina a la estrella del pop patria siempre engalanada, con sus uñas de 8 cm, su pelo impecable y los labios rojo brillante —esto último, toda una seña de identidad que en 2020 dio lugar a un lápiz de labios de edición limitada en colaboración con MAC. Pero Rosalía se quita importancia al mismo tiempo que su voz se anima al otro lado del teléfono. “Tía, hoy no tengo nada de especial. Estoy en casa con la cara lavada”, dice desde Barcelona. La voz de la cantante suena igual de relajada, y sus cálidos estallidos desprenden el espíritu conspirador que se aprecia en sus videoclips. En Aute Cuture, de 2019, recorre las calles en compañía de su Beauty Gang y con sus garras doradas kilométricas decoradas como empuñaduras de espada. Este mes estrenó Linda, un tema en colaboración con la revelación dominicana Tokischa donde las dos brillan con sus sombras de ojos iridiscentes y colorete rosa bajo las luces fluorescentes en plena madrugada.
Este tipo de apariencia exuberante (ayudada por un maquillaje tan rabiosamente teatral como fiel a sí mismo) es el punto de partida del último proyecto de Rosalía con MAC. En esta ocasión, la colaboración consiste en una amplia gama de productos que abarca barras de labios, sombras de ojos, una paleta de polvos iluminadores y lacas de uñas a las que se le suman adornos tipo joya para las uñas. Llamarla Aute Cuture surgió de manera natural. “El nombre de esa canción está mal escrito a propósito porque me encanta el glamour, pero a mi manera”, dice Rosalía, refiriéndose a aquella variación improvisada de alta costura en voz francesa. “Y la energía de Aute Cuture es un poco descarada y sin complejos, algo así como un gatito monísimo pero que, si te distraes, en medio segundo te puede arañar la cara”.
La colección tiene muchos platos fuertes, empezando por su característico color de labios. “Hay mucho rojo en la tradición flamenca, y eso supone una gran inspiración para mí”, explica Rosalía, que se crio en la ciudad catalana de Sant Esteve Sesrovires y comenzó a formarse vocalmente en el género a los 16. Esa pasión se materializa en el rojo fuego de Rusi Woo (que le da su toque propio al labial mate Ruby Woo, la barra de labios más vendida de la marca) y del pintalabios líquido mate llamado Spicy pimentón. Pero también le gusta añadir colores más discretos, como Nuez moscada (un colorete en tonos cálidos) o Jalea (otro en rosa claro) a la mezcla. “Personalmente, me encantan los contrastes, tanto en la vida como en el arte”, dice Rosalía. “Se percibe mucho más la suavidad de algo cuando está junto a algo más intenso o fuerte. Y creo que esa suavidad acaba siendo aún más radical precisamente por su contexto”.
No está de más el preocuparse por tener un buen brillo de labios rosa (que Rosalía luce con un efecto brillo algo exagerado en Linda) cuando se es una sensación del pop en rápido ascenso. Pero salvaguardar esos elementos más suaves forma parte de lo que hace posible que nos identifiquemos con Rosalía, pese a sus temibles garras. E incluso son un signo de debilidad. “Lo confieso: me resulta dificilísimo sacar la tarjeta de crédito del cajero, ¡una vez tuve que pedir ayuda!”, dice riéndose. Es ahí donde sale a la luz su faceta de gatito juguetón. “Tengo un TikTok en el que aprendí que podía usarlas como castañuelas, así que me grabé a mí misma haciéndolas sonar como si lo fueran. Cuando son uñas stiletto muy puntiagudas pueden ser perfectas para eso”, sigue.
Dada su actual fijación por las manicuras llamativas, Rosalía no deja de mostrárnoslas continuamente, como en el caso de las uñas cristalinas, casi escultóricas, obra de la manicurista Sojin Oh, que lucieron Billie Eilish y ella en el videoclip de [Lo vas a olvidar](https://www.youtube.com/watch?v=8TsWkuWWXgc) o de las uñas multicolores que llevó hace poco mientras pinchaba en un club neoyorquino. La mezcla de productos para las uñas que ofrece Aute Cuture significa que las numerosas fans de los looks de Rosalía podrán recrear sus propios homenajes. Las seis lacas de uñas de la colección van desde el rojo anaranjado de Cayena hasta el rosa pálido de Sal rosa, que Rosalía considera un básico de cara a las vacaciones por su versatilidad. También hay una laca de uñas dorada, en un claro guiño a su fascinación por todo lo que brilla, manifiesta desde sus inicios. “Hay algo en ello que me atrae”, reconoce Rosalía. “Desde pequeña, siempre he estado obsesionada con las joyas de mi madre. Solía llevar anillos de oro y pendientes pequeños de aro. Creo que aquello me influyó, eso seguro”.
Esos tonos (oro rosa, cobrizo, rosa metalizado y dorado) también aparecen en la paleta de sombras de ojos, así como en el cuarteto de polvos iluminadores con la R de la cantante grabada en relieve por toda su superficie. Pero el brillo adquiere su manifestación más pura en los adornos adhesivos para las uñas de Rosalía: unos adornos de cristal autoadhesivos con forma de lágrima o colocados a modo de adornos florales que recuerdan a los de las romerías. “Para mí son como las joyas”, dice, poniendo de relieve que no existen reglas ni límites al respecto. “Personalmente, yo los llevo a todas partes, tanto para comprar el pan por la mañana como cuando salgo de noche a cenar”.
Artículo original publicado por Vanity Fair USA y traducido por Darío Gael Blanco. Acceda al original aquí.
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