El 2022 tampoco ha comenzado como un camino de rosas para la reina Isabel II. En el que debería ser un año lleno de alegrías por la celebración del Jubileo de Platino, la monarca ha tenido que tomar una difícil decisión: retirar a su tercer hijo, el príncipe Andrés, todos sus títulos militares y mecenazgos reales. Isabel II lo ha comunicado de manera oficial solo un día después de que la justicia estadounidense haya rechazo archivar la denuncia por abuso sexual contra el príncipe Andrés.
«Con la aprobación y el acuerdo de la Reina, las afiliaciones militares y los patrocinios reales del duque de York han sido devueltos a la Reina. El Duque de York seguirá sin desempeñar ninguna función pública y defiende este caso como ciudadano privado», reza el comunicado hecho oficial por Buckingham Palace.
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También se ha filtrado desde Palacio que el príncipe dejará de usar su título de Alteza Real y tendrá que enfrentarse al juicio como un ciudadano más. Con esta decisión, el príncipe Andrés queda completamente al margen de la familia real británica en el plano oficial. Fue en noviembre de 2019 cuando él mismo renunció a sus funciones públicas de representación por su implicación en el caso Epstein, el magnate que fue condenado por crear una red de tráfico de menores y que se suicidó después en su celda.
El príncipe Andrés fue denunciado el pasado mes de septiembre por Virginia Giuffre por abusar de ella en 2001, cuando era menor de edad (17 años), en el apartamento de Ghislaine Maxwell. Aunque Giuffre llegó a un acuerdo económico con Epstein en 2009 para no denunciarle, la justicia ha decidido que el juicio contra el príncipe Andrés siga adelante.
Tras el comunicado de la Reina también se ha sabido que cerca de 152 veteranos de guerra de Reino Unido escribieron una carta a Isabel II en la que le pedían que retirara los honores militares a su hijo. Una petición que no ha caído en saco roto y que ha vuelto a poner entre la espada y la pared a la monarca.
Tras la pandemia y la muerte de Felipe de Edimburgo, Isabel II tiene que hacer frente a un acontecimiento especialmente doloroso para ella, pues es sabido que el príncipe Andrés es su hijo más cercano, con quien a menudo sale a montar a caballo en los campos de Windsor y con quien siempre ha mantenido una estrecha relación.
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