El comienzo del siglo XXI trajo consigo cambios que trastocaron nuestras vidas para siempre, como la implantación del euro o la llegada del reggaeton, pero lo que más nos voló la cabeza fue un anuncio que se repetía en la tele sin parar: el de la crema de baba de caracol, Celltone. Ese criador de caracoles frotándose uno en el dorso de la mano, esas explicaciones sobre cómo el caracol reconstruye la su caparazón cuando se quiebra, esas fotos del antes y el después de caras con auténticas heridas de acné que pasaban a tener piel de princesa… Todo era tan extraño que lo único que podíamos hacer era reírnos.
Hasta que en mi 18 cumpleaños mi tía me regaló la crema de baba de caracol para suavizar las cicatrices de acné que tenía en la línea de la mandíbula y, después de usarla un mes, me di cuenta de que funcionaba.
La historia de la cosmética está estrechamente ligada al uso de ingredientes raros y un poco asquerosos que proceden del mundo animal y vegetal. Es bien sabido que Cleopatra se bañaba en leche de burra para mantener su piel más suave (¡hola, exfoliación a base de ácido láctico!), que las glándulas del ciervo almizclero o la secreción biliar del cachalote son ingredientes muy apreciados en perfumería (conocidos como almizcle y ámbar gris, respectivamente) o que las cochinillas se utilizaban y se utilizan aún para conseguir pigmento rojo. No podemos evitar que estos ingredientes nos hagan pensar en una bruja haciendo una poción mágica en su caldero para conseguir el elixir de la juventud eterna, pero lo cierto es que más allá de la fantasía, funcionan.
Ya sea en su forma original o en su versión sintética, la verdad es que no son cosa del pasado y siguen utilizándose en cremas y sérums por sus propiedades hidratantes, regeneradoras, nutritivas y antiedad. Y merece echarle un ojo a los que más se están usando porque merece la pena tenerlos en cuenta de cara mejorar la calidad de nuestra piel.
Veneno de abeja
Bee Venom Super Serum, de Rodial© Cortesía de Rodial
Cuando en un cosmético se utiliza veneno de abeja, este queda completamente desaconsejado a todas aquellas personas alérgicas a la picadura de abeja. Como muchos otros venenos, tiene propiedades paralizantes que aplicadas en cosmética se traducen en un potente activo anti-edad. No paraliza los músculos de cara como el bótox (otra toxina paralizante), pero sí es capaz de reducir las contracciones musculares para evitar la formación de las arrugas de expresión.
Mucina de caracol
Advanced Snail 96 Mucin Power Essence, de COSRX© Cortesía de MiiN Cosmetics
Se trata de la mundialmente conocida como baba de caracol y es uno de los ingredientes regeneradores más potentes. Está presente en cosméticos indicados para suavizar las cicatrices (incluidas las de acné) y las líneas de expresión. Pero también aporta nutrición e hidratación a todo tipo de pieles ya que no aporta sensación grasa.
Huevas de salmón
Marine Jewel Capsule, de Shangpree© Cortesía de MiiN Cosmetics
El mar es fuente de un montón de activos marinos muy potentes, y las huevas de salmón son uno de los más importantes. Son ricas en ácidos grasos esenciales que nutren la piel en profundidad y actúan como un potente antiedad, mejorando la elasticidad de la piel.
Pepino de mar
Sea Cucumber Intensive Mask, de BLITHE © Cortesía de MiiN Cosmetics
Se encuentra en muchos cosméticos para pieles sensibles o irritadas ya que es muy apreciado por sus propiedades calmantes y regeneradoras.
Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, Condenet Iberica S.L. puede recibir una comisión. Lee aquí nuestra política de afiliación.
Fuente: Leer Artículo Completo