De Lily James a Pamela Anderson: las claves de belleza

Quizás no haya sido casualidad que se haya escogido este momento para devolver a la actualidad los años dorados de Pamela Anderson a través de la serie Pam & Tommy. Estamos viviendo un momento en el que se ha recuperado la cultura Y2K, tanto en redes sociales como en pasarelas: el uso de la minifalda, muy mini, que acaba de rescatar Miu MIu -y todo apunta a que se trasladará a las tiendas de gran consumo-, los labios gruesos y las cejas finas, son solo algunos detalles que ponen de manifiesto que todos los rasgos estéticos que encarna Pamela Anderson están de plena actualidad 20 años después.

Todos estos detalles los tuvo que incorporar la actriz Lily James para meterse en el papel de la vigilante de la playa. El reto además era doble, pues uno de los papeles más recordados de James está en las antípodas de Pamela Anderson y es que hace unos años se metió en el rol de la cándida Cenicienta.

Pero la transformación se ha logrado y con unos resultados que sobrepasan la línea de lo óptimo. Los artífices de la misma han sido los responsables de maquillaje y peluquería de la ficción Barry Lee Moe y David Williams. Ambos se inspiraron en el gran archivo de apariciones públicas de Pamela Anderson en la época, en el trabajo de Alexis Vogel, estilista de Pamela en la época, y también en los numerosos episodios de Los vigilantes de la playa, la serie que le otorgó a la actriz su popularidad a nivel internacional. «Cuando Alexis se puso en contacto con ella, realmente se convirtió en la bomba rubia que conocemos como Pam», explica Williams a Byrdie.

Así se creó la melena oxigenada de Pamela Anderson

Barry Lee Moe se tomó muy en serio la recreación de este detalle, consciente de que es uno de los rasgos estéticos que más definen a Pamela. El peluquero uso métodos poco convencionales para hacer que las pelucas usadas reflejaran el carácter de la estrella de los 90. «Observé una gran variedad de imágenes, pero también leí artículos de Pam», revela al citado medio.

«Ella declaró públicamente que siempre se ha teñido el cabello con productos de farmacia», apunta el estilista, una declaración que sirvió al equipo para investigar qué tipo de tonos rubios habrían estado disponibles en ese momento en las farmacias. «Terminamos usando cuatro tonos diferentes de rubio que se mezclaron en toda la melana para darle dimensión, pero también ese color platino tan típico de aquella épica», dice Moe.

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Los labios ‘xxl’ de los años 90

En cuanto al maquillaje, los responsables quisieron ser fieles a los referentes de la época usando las marcas que entonces eran las más reconocidas. Bobby Brown, un profesional que comenzó a tomar relevancia en estos años, los delineadores de Stila y las paletas de ojos ahumados de Tom Ford. Por supuesto, tampoco podía faltar Charlotte Tilbury, una de las mejores artistas de ese periodo.

Y, precisamente, ha sido con uno de los tops ventas de esta marca británica, con el que se han recreado los reconocibles labios de Pam en Lily, el archiconocido Pillow Talk. «Es un gran color que funciona en casi todas las mujeres», dice Williams, consciente de que el labio sobredimensionado de los años 90 fue una clave del estilo de Pamela. Por esto, «lograr la forma correcta de los labios fue primordial», según indica.

Las cejas finas, otro símbolo

Ya hemos recibido muchas señales de que las cejas finas están volviendo a escalar la curva de popularidad y puede que el estreno de Pam & Tommy, les de el espaldarazo definitivo. Junto a la melena rubia y los labios glossy, el tercer punto para crear una imagen reconocible de Pamela son sus finísimas cejas negras, un hilo de fibra capilar con el mismo grosos de principio a fin que se arquea para enmarcar los ojos.

Los estilistas creen que ya es el turno de un cambio de paradigma en cuanto a cejas y que este patrón tendrá su fiel reflejo en la calle: «Creo que vamos a ver que las cosas comienzan a tomar forma más, a medida que avanzamos en esta parte del milenio», apunta Williams.




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