El príncipe Andrés está pasando uno de los momentos más complicados de su vida como consecuencia de ese escándalo en el que se ha visto envuelto por su amistad con Jeffrey Epstein, que apareció muerto en la cárcel cuando iba a ser juzgado por delitos de pederastia. A pesar de que se excusó en una entrevista en la BBC, no fue suficiente, y ha acabado por retirarse de la vida pública.
A pesar de que la reina Isabel II le ha respaldado públicamente, parece que en privado las cosas son diferentes. Algunos medios han asegurado que esta ha frenado cualquier plan de realizar una celebración por todo lo alto por sus 60 años. La situación que se vive de puertas para adentro en la familia real inglesa, es verdaderamente tensa.
En medio de todo este clima, parece haber alguien que lo está pasando especialmente mal. Se trata de Beatriz de York, una de las hijas del príncipe Andrés que, tal y como recoge el ‘Daily Mail’, se encuentra absolutamente hundida por la polémica de este. Sobre todo, porque parece que se afanó por echarle una mano en aquella entrevista que no obtuvo el resultado deseado.
El mencionado medio cuenta cómo, mientras que Sarah Ferguson se desentendió del asunto, su hija sí que quiso ayudarle en la preparación de esa puesta en escena con la que intentaba convencer a los espectadores de su inocencia. Desde entonces, Beatriz «ha llorado todos los días», de acuerdo con la revelación que ha obtenido el ‘Daily Mail’ por parte de fuentes cercanas a la familia.
En cierto modo, se sentiría culpable de haberle animado a esa exposición. Aunque en un primer momento lo vio como algo positivo, a medida que avanzaba la charla, fue consciente de que no había sido una buena idea. Era tarde. Ahora, solo le queda refugiarse en sí misma y prestar a su padre todo el apoyo del mundo, como ha hecho hasta ahora.
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