Pocas tendencias quedan ya sin recuperar de la década de los años 90. Las colecciones de primavera-verano de 2022 está repletas de guiños que van desde el controvertido tiro bajo hasta las pinzas de pelo multicolores, pasando por las sandalias flatform, las joyas de abalorios o las mariposas como protagonistas de numerosas prendas de ropa.
Como no podía ser de otra manera, la influencia de los años 90 también es evidente en tendencias de moda de baño. Sin ir más lejos, en el desfile de primavera-verano 2022 de Chanel se proponían numerosos bañadores y bikinis que recordaban a los desfiles de la firma de aquel entonces y que recuperan rasgos como las braguitas de talle alto o los bañadores negros con contrastes en color blanco.
Si bien esperábamos que bikinis y bañadores de estética algo deportiva estuvieran muy presentes este verano, lo que no imaginábamos es que la moda estaba a punto de recuperar uno de los bikinis más noventeros de todos: el llamado tankini. Estos dos piezas destacan por contar con una parte de arriba más marcada que las de los bikinis habituales, transformándose casi en una camiseta.
Tal y como indica el portal de búsquedas de moda Stylight, las búsquedas para tankinis han crecido un 107% este año, mientras que las búsquedas para bikinis caen un 13%. Asimismo, este tipo de prendas de baño se han convertido en las grandes protagonistas de Skims Swim, la recién estrenada línea de baño de Kim Kardashian y también han comenzado a aparecer en looks de influyentes personalidades, como la modelo Paloma Elsesser.
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La principal diferencia entre el tankini de 2022 y el que arrasaba durante los años 90 se encuentra en el top. Mientras que la parte superior era más habitual de tirantes y que llegara hasta la cadera en los 90, ahora la forma se complica, emula blusas o camisetas de manga larga y pierde centímetros, dando forma a versiones que dejan el abdomen al descubierto.
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