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Tras lo ocurrido la semana pasada en Servir y proteger, cuando la madre de Julio y exmujer de Quintero reaparece, en los capítulos de esta semana Iker intenta que Quintero les dé alguna pista más sobre el negocio de las armas. Necesitan toda la información posible para capturar a Salas y meterlo en la cárcel. Martina, que es consciente de que la policía está a un paso de darles caza, le pide a Víctor huir de Madrid y marcharse lejos juntos. Sin embargo, sus planes no llegan a realizarse.
La tensión de estos últimos días ha hecho mella en Martina, quien sufre un infarto antes de poder dejar la ciudad al lado de su amado. Los doctores son claros: la paciente debe someterse a una complicada operación o podría morir en cualquier momento. Tras despedirse de su esposa y desearle buena suerte, Víctor huye de la capital justo cuando varios agentes estaban a punto de detenerlo. Mientras, Quintero hace una revelación que lo cambiará todo.
Hanna acepta irse a vivir con Lidia
Paolo pide a Hanna que mienta a su hijo sobre su profesión, no obstante, esta le aconseja que vaya con la verdad por delante. El hombre se sincera con su vástago y le promete que dejará a un lado la mala vida. Cerrado el caso, Hanna afronta lo que lleva posponiendo durante tanto tiempo: hablar con Lidia acerca de irse a vivir juntas. Ambas deciden dar un paso más en su relación y Lidia le entrega a su novia una copia de las llaves de su casa.
Por otro lado, Sheila y Darío se despiden. Espe consuela a la adolescente tras la marcha de su primer amor a Estados Unidos: “Quizá el destino os vuelva a juntar”. Sintiéndose mejor, Sheila le pide permiso a su madre de acogida para irse unos días de vacaciones con la familia de su padre. A su vez, Gloria se comunica con Víctor para hablarle de Julio. ¿Qué es lo que relaciona a Salas con el hijo de Fernando?
Cerca de allí, Vega es detenida mientras registraba el despacho de Víctor. Ahora tienen todas la pruebas que necesitan en su contra. Entretanto, Paty regresa a Madrid para asistir a la boda de su inseparable amiga Olga. “No podía perderme un acontecimiento así”, dice la recién llegada a la hija de Miralles y Antonio. Olga celebra en compañía de Paty y María su despedida de soltera.
Pasan los días y llega el esperado momento del enlace. Quintero, alentado por Miralles, ha decidido presentarse en la ceremonia. La boda transcurre con armonía y felicidad, sin que sus asistentes sospechen el peligro que les acecha.
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