Las mujeres de todas las ciudades del mundo ahora toman las calles más que nunca. El pasado 25 de noviembre, fecha en la que se conmemoraba el Día Internacional contra la Violencia Machista, ha significado esta vez un antes y un después en la historia del feminismo. En España, Devermut ponía en marcha lo que se ha convertido ya en todo un movimiento por la lucha feminista con su estudio #Quesesepa, para mostrar realmente la situación de violencia sexual a la que tienen que enfrentarse hoy en día las mujeres. En el otro lado del mundo, en Chile, el colectivo feminista Las Tesis entonaba lo que hoy se ha hecho ya el más que necesario himno contra el machismo para el siglo XXI: Un violador en tu camino.
Así se llama la completa performance que este grupo de mujeres proponía a sus compañeras en Santiago de Chile el 25N, y que ellas ya habían entonado días antes ante una comisaría, después de una investigación sobre la violación en Chile. ¿El fin? Seguir protestando contra la violencia ejercida sobre las mujeres a manos de hombres que todavía ocurre a día de hoy en todos los rincones del mundo. Violencia que ya denunció sobre su propio cuerpo la artista chilena Mon Laferte en la alfombra roja de los Grammy Latinos.
«El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves. Es feminicidio. Impunidad para el asesino. Es la desaparición. Es la violación», comienzan cantando los distintos grupos de mujeres que protestaban por sus derechos en distintos puntos de Santiago de Chile, lanzando un mensaje que no hacía más que poner la piel de gallina a todo aquel que lo ha escuchado, ya no solo de forma presencial sino a través de la red, y es que ha corrido como la pólvora.
«Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. Y la culpa no era mía, ni dónde estaba , ni cómo vestía», decía la primera parte del estribillo. «El violador eras tú. El violador eres tú. Son los pacos (policías). Los jueces. El estado. El presidente. El estado opresor es un macho violador. El estado opresor es un macho violador. El violador eras tú. El violador eres tú», continuaba. «Duerme tranquila niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tus sueños dulce y sonriente vela tu amante carabinero», finalizaba para luego seguir repitiendo ese «el violador eres tú» en un silencio que concedía la voz a la mujer que protesta.
Mensaje que miles de mujeres han llevado ante los más poderosos de cada ciudad, tomando las calles y cantando frente a edificios. Siempre con los ojos vendados con una cinta negra, camuflando su identidad en favor de una causa para la que solo importa unir sus voces en una.
Y es que Santiago de Chile ha sido solo el principio. A ella se han unido Ciudad de México y Bogotá, Melbourne (Australia), Londres frente a la embajada Chilena, Bristol y Berlín. Pero también Madrid y París, donde se ha traducido el cántico al francés al frente de la Torre Eiffel, inundando los bulevares con un Le violeur c’est toi.
Fuente: Leer Artículo Completo