Tónico facial: las razones por las que debes usarlo

El tónico es uno de los pasos o etapas a seguir en la rutina del cuidado de la piel, pero, sin duda, es la más prescindible. O eso pensamos porque muchas veces creemos que con desmaquillarnos, lavarnos la cara y ponernos el sérum y las cremas es más que suficiente pero no podríamos estar más equivocadas.

Cierto es que el tónico se ha considerado obligatorio solo dependiendo del sitio en el que vivimos, pero puede hacer mucho por nuestra piel, así que aunque no se considere una norma usarlo no está de más. De hecho, si no lo hacíamos ya es buen momento para empezar a hacerlo.

Equilibra la piel

El tónico debe aplicarse justo después de limpiar la piel y antes de usar el sérum y es por un motivo: «Acabas de arrastrar la suciedad e impurezas con un producto con tensioactivos», explica Claudia Varanski, creadora de la firma cosmética Varanski Naturals. «Por suave y delicado que sea tu limpiador, y muchas fórmulas actuales pueden presumir de ello sin perder eficacia, no deja de ser una pequeña ‘agresión’, por lo que es preciso que devuelvas el pH de la piel a su punto ideal. Además, el tónico remata la operación limpieza eliminando cualquier resto de producto que haya quedado sobre tu rostro», añade.

Sirve como tratamiento

Y es que no hay un tónico general. Es decir, deberemos elegir el tónico en función de nuestro tipo de piel, ya sea sensible o reactiva, seca, mixta, grasa, madura, joven… «Da respuesta a cada tipología y consigue que el cutis se calme, refresque y alise», aclara Varanski. También hidrata, revitaliza, ilumina, reafirma y previene la flacidez porque contienen antioxidantes y activos hidratantes. Por su parte, también favorece la elasticidad y previene la flacidez.

Ayuda al resto de productos

Hace que los tratamientos que apliquemos después sean más efectivos porque facilita la absorción de los activos del tratamiento en la piel.

Aumenta la circulación sanguínea

La circulación sanguínea del rostro se reactiva al aplicarlo, con lo que se evita el envejecimiento prematuro, y conseguiremos una piel acondicionada y con un aspecto fresco. Para aplicarlo, la experta recomienda hacerlo directamente con las manos, a toques o ligeros pellizcos y con la cabeza agachada. Así tendremos el rostro despejado, brillante y jugoso al momento.

Fecha original del artículo: 2020.




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