El azul eléctrico es un color recurrente en el estilo de Máxima. La reina lo utiliza en numerosas ocasiones, algunas de ellas muy importantes: como el espectacular vestido de Jan Taminiau que llevó en la coronización del príncipe Guillermo y a ella como reyes; ceremonia en la que también escogió una capa a juego del mismo color. Esta vez, lo ha escogido para alegrar el ambiente de un hospital oncológico de niños muy especial porque lleva su nombre, el Hospital Princesa Máxima.
La reina se ha mostrado amable con todos los niños, a los que ha dedicado una amplia sonrisa y ha regalado la amabilidad y naturalidad que le caracteriza. Su estilismo estaba compuesto por un vestido ajustado midi con unas espectaculares mangas de campana. La primera ocasión en la que lució este vestido de Roksanda Ilincic fue durante la visita oficial de Rania de Jordania a Holanda en 2017. En aquella ocasión se comparó a Máxima con Melania Trump, debido a que la primera dama estadounidense había llevado el mismo diseño en blanco varios meses antes.
El abrigo capa, que combina a la perfección con el vestido, también es reutilizado. Lo lució en diciembre de 2018, pero en aquella ocasión lo combinó con un vestido verde debajo. Puede que en las imágenes no se aprecie, pero el tejido es de paño jaspeado, con cuello redondo y dos grandes botones en la parte superior. Además, la reina tiene otros dos accesorios a juego con la prenda: un bolso de mano y un pequeño gorro del mismo color. Esta vez ha decidido prescindir de ellos.
Como remate final a un look perfectamente coordinado, la mujer de Guillermo de Holanda ha recogido su melena rubia en una elegante coleta y ha introducido unos bonitos y llamativos pendientes de aro. El bolso de ante iba a juego con sus acertados zapatos, unos stilettos en color maquillaje que también utilizó la primera vez que se puso el original vestido.
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