Enrique Iglesias (44) nació con una portada debajo del brazo. Su nacimiento el 8 de mayo de 1975 copaba las páginas de la revista ¡Hola!. Y es que el hijo menor de Isabel Preysler y Julio Iglesias ya fue famoso nada más llegar al mundo, como también sucedía con sus dos hermanos mayores Chábeli (48) y Julio José (42). La popularidad que traía consigo el ser uno de los vástagos de uno de los cantantes más populares del planeta y de la reina de corazones en España no gustaba demasiado a Enrique, que pese a aparecer en reportajes durante toda su infancia siempre mostró su lado más tímido, al contrario que su hermano Julio.
La vida de Enrique y sus hermanos sufría dos importantes cambios en poco tiempo. Sus padres se divorciaban en 1978 cuando Enrique sólo tenía 3 años y en diciembre de 1981, la organización terrorista ETA secuestraba a su abuelo, el doctor Iglesias Puga. El pánico por esta situación hizo que Julio e Isabel decidieran que lo mejor era alejar a los niños de Madrid y le enviaron a vivir a Miami a casa del cantante en 1982. Allí se criaron con Elvira Olivares, la Seño, una institutriz que les tenía más ‘derechos que una vela’ y que cuidaba de ellos como si fuera su propia madre. Tanto era el cariño que se tenían que la Seño fue quien le dio a Enrique los 500 dólares que necesitaba para grabar una primera maqueta sin ayuda de su padre.
El cantante se graduaba en el Gulliver Preparatory School entre clases de surf y partidos de tenis con su hermano. Después iniciaba Administración de Empresas en la Universidad de Miami, pero la música ya le había picado. Desde que comenzara a triunfar como cantante, Enrique ha huido siempre de las cámaras y, sobre todo, de la prensa del corazón. Aunque no rehúye las preguntas personales en las escasas entrevistas que concede, poco se sabe de cómo es su vida siendo una de las estrellas más exitosas de la música a nivel mundial.
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El amor le llegó en 2001
Como ha sido habitual en toda la carrera de Enrique Iglesias, nunca ha confirmado que tuviera novia, ni siquiera lo ha hecho con Anna Kournikova (38), su pareja desde el año 2001. Enrique y la tenista rusa se conocían en el rodaje del videoclip de Escape y desde ese momento se volvieron inseparables. Dos años más tarde, saltaban a la luz los primeros rumores de crisis de la pareja justo después de mudarse juntos a Miami.
Enrique confesaría años más tarde que hasta en dos ocasiones han roto, pero que siempre han vuelto porque están muy enamorados. En 2005 se llegó a decir que habían pasado por el altar en secreto al aparecer Anna con un increíble anillo de diamantes rosas en un partido de tenis. Ellos nunca lo han confirmado y el propio Enrique ha dicho en alguna ocasión que nunca se le ha pasado por la cabeza casarse.
Una casa de 20 millones de dólares
En 2013, Anna y Enrique se compraban una de las mansiones más impresionantes de Miami donde siguen viviendo hoy. La casa, de más de 1.800 metros cuadrados, está ubicada en Bay Point y cuenta con una enorme piscina privada, pistas de tenis y hasta un embarcadero en el que tienen su propio yate. La mansión costó unos 20 millones de dólares y Enrique mandó construir alrededor un muro de cinco metros de altura para estar a salvo de miradas indiscretas y, sobre todo, de los flashes de los paparazzi.
Algunos de sus vecinos son Ricky Martin, Gloria Estefan y Cher. Hasta ese momento, Enrique había residido en Miami en otra casa que se había construido en 1998 (año en el que ya era muy conocido por algunos éxitos como Experiencia religiosa) y que vendió por unos 7 millones al irse a vivir con Kournikova cinco años después. Curiosamente, Enrique sigue manteniendo la nacionalidad española y vive en Miami con un permiso de trabajo.
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La vida entre el mar y sus hijos
En esta casa vive Enrique con Anna y sus dos hijos, los gemelos Nickolas y Lucy, que nacían en 2017. Tal es el nivel de intimidad que quiere guardar el artista, que nadie supo hasta el día de su nacimiento que Anna estaba ni siquiera embarazada. De hecho, pocos días antes se celebraba la boda de la hermana de Enrique, Ana Boyer, con Fernando Verdasco y ni Enrique ni Anna aparecían. Aunque muchos hablaron de una mala relación entre hermanos o de que Enrique no quería aparecer en la exclusiva que tenía firmada la pareja, finalmente se supo que no habían asistido porque Kournikova estaba a punto de dar a luz esos días.
Los días del cantante son más normales de lo que cualquiera pueda imaginar. Odia ir a fiestas y no aparece por ningún sarao de los que se organizan a diario en Miami. Él prefiere estar en casa y buscar temas y opciones musicales para lanzar al mercado. Dicen que es un trabajador incansable y tremendamente perfeccionista y que hasta que no da con el hit que sabe que va a arrasar, no descansa. Cuando tiene tiempo libre lo pasa en casa jugando con sus dos hijos, a los que ama y de los que apenas hemos visto algún divertido video en su feed de Instagram, y es habitual verle navegar por la bahía de Miami en su yate junto a su novia.
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Sus dos perros, un retriever de Chesapeake de nombre Jack y un pastor alemán al que llama Mad Max son su otra gran pasión. Bromista y con un espectacular don de gentes, Enrique se rodea de un equipo fiel desde sus inicios que son los que le acompañan siempre en sus giras y en sus celebraciones familiares. Según explicaba El País, entre viaje y viaje en su jet privado y canción y canción, entre sus aficiones está la de invertir y comprar casas, reformarlas y luego ponerlas a la venta.
44 años y tres novias
Nada tiene que ver la vida personal de Enrique Iglesias con la de su padre. Si Julio Iglesias confesaba hace años haber mantenido relaciones íntimas con más de 3.000 mujeres, a Enrique apenas le hemos conocido cuatro parejas a sus casi 45 años. La discreción ha sido su máxima desde que tuvo uso de razón y así ha llevado sus historias de amor siempre. Antes de que conociera a Anna, solo hemos tenido constancia de tres mujeres en su vida.
En 1998 Enrique era aún un joven que quería triunfar en el mundo de la música con el peso de ser el hijo de uno de los artistas españoles más exitosos de la historia. Tenía 23 años y comenzaba su primera gran gira por Latinoamérica. En uno de esos conciertos en Colombia, el incipiente cantante conocía a la bella actriz española Samantha Torres, dos años mayor que él, que rodaba en ese país la telenovela Mascarada. Ella era una modelo ibicenca que había representado a España en Miss Mundo y Miss Internacional y fue la primera española en aparecer en la portada de la versión estadounidense de la revista Playboy. Estuvieron juntos un año y él solía ir a visitarla a Los Ángeles.
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Un romance fugaz fue lo que vivió el intérprete de Bailando con la súper estrella de la música Christina Aguilera. Se conocían después de un concierto de ella en Nueva York al encontrarse en un club de la ciudad. Cuentan que les vieron besándose y poco después fueron fotografiados en un par de ocasiones más juntos. Nunca se confirmó la relación por lo que todo indica que fueron únicamente ‘buenos amigos’.
Y si lo de Enrique y Christina no pasó de un par de noches de bailes y copas hasta el amanecer, los rumores sobre una historia romántica entre el artista y Jennifer Love Hewitt tampoco fueron más allá. La actriz había protagonizado el videoclip de Enrique Hero, donde aparecían de lo más acaramelados. Muchos dijeron que su historia había ido un paso más allá pero ellos ni lo confirmaron ni lo desmintieron.
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Tamara y Ana no se pierden sus conciertos
Pese a vivir en Miami y a tener una vida de lo más ajetreada por su trabajo, Enrique mantiene una estupenda relación con su familia, sobre todo con sus hermanas por parte de madre, Tamara Falcó y Ana Boyer. Este sábado, el artista da un concierto en Madrid y la propia Tamara se ha encargado de anunciar en su redes sociales que ni ella ni su hermana ni su madre ni sus primos se perderán su show. Eso sí, con los hijos de Julio Iglesias y Miranda, que viven en República Dominicana, no tiene tanta relación. De hecho, hace poco un periodista le preguntaba cuántos hermanos tenía en total y dudaba en la respuesta.
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