Tamara Falcó ha vuelto a la primera línea informativa por méritos propios. Concretamente, los que ha hecho en las cocinas de ‘MasterChef Celebrity‘, el concurso de TVE que ha ganado y cuyo premio final ha donado a Mensajeros de la Paz. Pero, a pesar de no sacar rédito económico con esta exposición demostrando sus habilidades emplatando, ha querido celebrarlo dándose un capricho.
Lo cierto es que, si comparamos su rostro el día que le entregan ese trofeo que la acreditaba como ganadora, es ligeramente distinto al que hemos podido ver en esa última y comentada aparición pública, la de la asistencia en familia al concierto que Enrique Iglesias ofreció el pasado sábado en Madrid.
Así que, la pregunta es más que obvia: ¿qué se ha hecho Tamara en la cara? Y aunque ella haciendo gala de su naturalidad sin límites podría contestar con un «lo que me ha dado la gana» (con todo su derecho, que su dinero es suyo), lo cierto es que ‘Look’, tras contactar con expertos en la materia, tiene la respuesta al enigma del rostro de la hija de Isabel Preysler.
Tamara, que ya tenía realizada una rinoplastia (que suele costar unos 6.000 euros), ha querido lucir un aspecto más rejuvenecido, para lo que ha recurrido a las inyecciones de «bótox en arrugas de expresión y relleno de ácido hialurónico de algunas arrugas«. Una manera de minimizar los estragos del paso del tiempo
El experto consultado por el mencionado medio cifra estos últimos tratamientos en unos 5.000 euros cada uno y señala que los mismos «han mejorado su expresión y sobre todo su perfil que ahora esta menos afilado de lo que ella tenía».
Tamara, a la que seguro le va a tocar emplearse a fondo en la cocina estas Navidades, ya tiene su imagen lista para disfrutar de estas fiestas que afronta como mujer soltera tras romper ese romance fugaz que mantuvo con Iván Miranda.
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