Cher, la diva que se enamoró de un panadero

En 2002, Cher dijo que se retiraba de los escenarios. E hizo una gira de despedida que duró tres años. O sea, 325 conciertos, más de 200 millones de dólares de ingresos y hasta consiguió el récord Guinness por la gira más rentable de una solista femenina. Parece lógico que se arrepintiera y decidiese volver. Y ahí sigue, 17 años después y con los 73 cumplidos embarcada en otro tour interminable que, la semana pasada, llenó dos noches seguidas el Madison Square Garden de Nueva York.

Hubo pelucas, todo tipo de brillos y lentejuelas. Estaba estupenda y da igual las veces que se haya operado. Ella ya lo dejó claro hace tiempo: «A nadie le importa si me pongo las tetas en la espalda, es solo problema mío«.

Igual de agitada ha sido su vida sentimental. Con solo 16 años se lío con Warren Beaty y, más o menos por esas fechas, se cruzó con Sonny Bono y empezó trabajando como su ama de llaves. Una cosa llevó a la otra y él acabó convirtiéndose en su primer marido y en quien la introdujo en el mundo de la música.

Amores fallidos

Triunfaron en la televisión, y eso les llevó a fingir que seguían siendo felices cuando el matrimonio estaba roto. Y además, ella mantenía un romance con el magnate discográfico David Geffen. El divorcio de Sonny fue una liberación. Ambos, además, se convirtieron en rivales. Cada uno tenía su programa en una cadena distinta. Ella ganó el duelo y pudo vengarse de todo el dinero que habían ganado durante diez años y se había quedado él. «Era más la gallina de los huevos de oro que su mujer. Le perdono, pero me hizo daño«, declaró.

A los tres días de divorciarse, se casó con otro músico: Gregg Allman. El matrimonio duró nueve días, aunque luego siguieron cuatro años más. Ya en los 80, cuando Cher estaba en la treintena, le dio por los actores más jóvenes que ella. El primero fue Val Kilmer, 14 años menor. A él le costó lanzarse, pero lo difícil después fue parar. «Cuando nos besamos, sentí que mi cabeza iba a salir disparada, casi me quedé sin respiración», contó Cher.

El siguiente actor fue Tom Cruise. La cantante se enamoró hasta las trancas. Lástima que en la vida de él apareciera Mimi Rogers. De ahí pasó a los roqueros malotes del momento, y también más jóvenes, como Richie Sambora y Tommy Lee.

Y aún hubo otros famosos, como Marlon Brando o Eric Clapton. Aunque, para ella, el más importante fue Rob Camilletti, el menos conocido de todos: «Él fue posiblemente el auténtico amor de mi vida», ha asegurado. Se conocieron en su 40 cumpleaños y Rob tenía 22. Él quería ser actor pero trabajaba en una panadería. Eso hizo que le bautizaran como ‘el chico de los bagel’. La relación duró tres años.

¿Y ahora? «Yo aún sigo alerta. El problema con todos mis novios es que no puedo ir a ningún sitio porque todo lo que haces acaba en Instagram y así no hay manera de que las cosas sean especiales», dijo el año pasado.

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