¿Y si la entrada de Noemí Salazar, de los ‘Gipsy Kings’, en la casa de ‘GH VIP 7’ (así fue su expulsión) tuviese un trasfondo desconocido hasta el momento? El programa ‘Viva la vida’ ofreció ayer un reportaje de investigación sobre los secretos que encerraría la vida de la última expulsada de la casa de Guadalix de la Sierra y que llevarían emparejados una complicada situación económica.
A Noemí la escuchamos decir, cuando entró en el ‘reality’, que iba allí «porque mi meta en la vida es tener una casa con piscina«. Pero parece que, en realidad, su sueño debería ser tener una casa, sin más. Porque sus vecinos aseguran que vive en una casa okupa y que, además, su tienda lleva meses cerrada.
«Yo las he visto y he preguntado que cuándo van a abrir de nuevo y siempre me dicen que el mes que viene«, explicaba una vecina del barrio de Vallecas a las cámaras del programa de Telecinco, añadiendo: «Viene gente de toda España, gente que se ha hecho 600 kilómetros solo exclusivamente para ver la tienda y cuando llegan se la encuentran cerrada, porque en Internet no pone que no esta abierta al público y cuando llamas al teléfono de atención tampoco lo cogen».
Hay quienes aseguran que habrían dejado de pagar el local donde tenían ese negocio de moda, pero lo cierto es que todo son especulaciones, porque sigue reinando el silencio y el secretismo en torno a la familia Salazar.
Además, otra persona que vive cerca declaraba: «Pregunta por la madre y ya verás como nadie te quiere decir nada. Te encuentra y te arrastra. La hija es muy maja, pero ha tenido que pasar mucho por la madre. No la han dejado vivir, no ha tenido infancia ni nada de nada».
¿Saldrá a aclarar algo Noemí? ¿Es real esta penuria económica que le habría llevado a exponerse en el ‘reality’ donde ha quedado cuarta finalista?
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