Como cada 25 de diciembre, la Familia Real británica ha cumplido con una de sus tradiciones navideñas: Asistir a la misa de Navidad celebrada en el interior de la iglesia de Santa María Magdalena, ubicada en Sandringham. La Reina de Inglaterra, vestida para la ocasión con un abrigo oscuro y un pañuelo estampado, llegaba en coche, mientras el resto de la familia lo hacía caminando, dando un paseo entre los seguidores y fieles que allí se agolpaban. La monarca no ha dejado de saludar a todos los presentes, de manera muy cariñosa, al igual que los duques de Cambridge, el príncipe Andrés, el príncipe Carlos, el príncipe Eduardo, la condesa de Wessex, Eugenia de York y Jack Brooksbank o Beatriz de York, que se han sumado a este tradicional plan.
Los duques de Cambridge han acudido, por primera vez, junto a sus hijos Jorge y Carlota. Lo que ha supuesto el debut de los hijos mayores de los Duques, por lo que han acaparado todas las miradas.
Jorge de Cambridge, de seis añitos, y su hermana Carlota, de solo cuatro, han estado en todo momento muy pendientes de todo lo que ocurría a su alrededor, dejando a un lado el protocolo y sacando su lado más espontáneo, algo que ha conquistado a todos sus seguidores.
Mientras el pequeño lucía americana y pantalón de pinza, Carlota llevaba un abrigo verde muy al estilo de Kate Middleton. Este año no, pero seguramente pronto se una a ellos el pequeño Luis de Cambridge.
Sin embargo, si algo ha destacado además de la ternura de los peques, ha sido la ausencia de Meghan Markle y el príncipe Harry, quienes no están pasando estas fiestas con los Windsor sino al lado de la madre de ella, Doria Ragland. Su distanciamiento con la Familia Real es evidente, y no solo porque se hayan mudado a Frogmore Cottage, a varios kilómetros de Windsord, donde precisamente la propia Reina de Inglaterra les visitaba recientemente. Ahora ha salido a la luz que Meghan y Harry no están pasando las fiestas de Navidad junto a la Familia Real.
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