Si hay una noche del año en la cual todas aprovechamos para ponernos todos esos vestidos largos, súper festivos y con taconazos es la del 31 de diciembre. Sin embargo, Paula Echevarría ha decidido romper con todo para su fiesta y hacer exactamente lo contrario a lo que hizo (hicimos) la mitad del planeta: así, prefirió recibir a 2020 con un vestido mini y amplio blanco, con manga francesa y salones rojos con tacón sensato. ¡Olé por tu valentía por romper una lanza a favor de otros lookazos nocturnos más allá de los de siempre!
El reinado del little black dress es eterno e indiscutible. Pero también es el momento de reivindicar la presencica del little white dress, como el de Paula, para ocasiones especiales. La noche es negra, pero vestirla de blanco también es una opción elegantísima y, por supuesto, súper tendencia.
El LWD de Paula es cortito, amplio y cómo y tiene lentejuelas distribuidas de forma geométrica por toda la pieza. Es casi como un jersey oversized pero en versión lujosa, con unas preciosas manguitas remangadas que aportan el toque personal.
Y, sí, la Nochevieja también es sinónimo de taconazos imposibles que terminan en la más absoluta incomodidad a cierta hora de la noche. La elección de estos salones (¡rojos! ¡Qué fantasía!) de tacón alto pero sensato nos parece la mejor. Porque son no solo una preciosidad sino que el color también grita 'FIESTA' y consigues elevarte unos centímetros sin concluir la fiesta en el lecho de dolor.
Otra fiesta es posible, ¡palabra de Paula Echevarría!
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