De repente, todo estalló. Que el príncipe Harry y Meghan Markle se encontraban descontentos con su exposición en los medios de comunicación y ciertas informaciones publicadas el pasado año, era algo conocido. Lo que pilló a contrapié fue esa decisión de apartarse, de manera paulatina, de la actividad institucional de la familia real inglesa.
El lío que se ha formado, sobre todo por el malestar que se ha instaurado en Buckingham Palace, ha sido descomunal. Ellos han dado unas explicaciones en su página web sobre cuál es el plan y han felicitado, a través de la cuenta oficial de Kensington, a su cuñada, Kate Middleton. Esas son las únicas señales de vida que han dado después de dar paso a esta polémica decisión.
Ahora, la prensa británica (esa contra la que emprendieron una cruzada hace unos meses vía judicial) asegura que la exactriz ha dejado solo ante el peligro a su marido y que ha huido hacia Canadá, el mismo refugio elegido para pasar las Navidades y, dicen, su próximo destino para instalarse de manera definitiva.
Es el ‘Daily Mail’ quien asegura que la duquesa de Sussex tan solo ha pasado tres días en suelo británico antes de, en compañía de su hijo, Archie, coger un vuelo de vuelta al país norteamericano, que se ha convertido en su remanso de paz y tranquilidad en tiempos revueltos.
Seguramente allí Harry pueda desprenderse de esos miedos que manifestó hace meses, cuando decidieron llevar ante la justicia la persecución mediática a la que estaban sometidos, sobre todo su mujer: «Creo que al ser parte de esta familia, al tener este trabajo y esta posición, cada vez que me sacan una foto y escucho ese clic, cada vez que veo un ‘flash’, me acuerdo de la muerte de mi madre. Por culpa de las presiones que vienen adheridas a este trabajo, estoy acordándome de todas las cosas malas que pasaron», se desahogó entonces.
Fuente: Leer Artículo Completo