Podemos echar mano de ese refrán de «fue cocinero antes que fraile» y aplicárselo a Rubén Sánchez, uno de los rostros de ‘La isla de las tentaciones’ (lo que cobran los concursantes), el reality de Mediaset producido por Cuarzo que estaba llamado a ser la gran revolución de la televisión en este comienzo de 2020.
Es cierto que no es la primera vez que se pone delante de una cámara, porque probó suerte en la búsqueda del amor como pretendiente en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’. Pero, también, que antes de saltar a la pequeña pantalla (seguramente, además de una pareja, tampoco le importaba que se cruzara algo de fama en su camino) fue futbolista.
No llegó a dar el gran paso de debutar en Primera División, pero Rubén, hoy empresario hostelero, fue canterano del Levante. Y jugó en Segunda. En concreto, cinco partidos, llegando a marcar un gol en la categoría de plata de nuestro fútbol, al Elche. Fan confeso de Zinedine Zidane, colgó las botas en 2014 como jugador del Vicálvaro madrileño tras haber llegado desde el Torre Levante tras una pequeña incursión en el fútbol polaco, en el Sandecja. Así se puede ver en la página especializada Transfermarkt, donde, además, se valora al hoy exfutbolista en 75.000 euros en el momento de su retirada.
Escort de lujo
Efectivamente, tras haber alcanzado el fútbol profesional, dio tumbos por una suerte de equipos de nivel inferior hasta que decidió emprender otro camino. Quizás, lo que más allá sorprendido desde que apareciera en La isla de las tentaciones y se husmeara en su vida personal, es que, a día de hoy, figura la lista de la agencia Elite Male by Julia Vega, una empresa de escorts de lujo y acompañantes masculinos a nivel nacional e internacional. Traducido de otra manera: es gigoló. Incluso se ha llegado a publicar que Rubén cobraría desde los 400 euros la hora hasta los 3.000 si lo que se quiere es pasar una noche completa con él.
La web de la agencia le define como «un joven y atractivo deportista. Un asesor financiero que nos impresiona por su naturalidad y confianza en sí mismo. Un acompañante masculino con un ingenioso sentido el humor, elegante y muy seductor». No podemos negar que lo venden bien…
Con este perfil, y si se cumple al pie de la letra todas las bondades con las que le describen en uno de los trabajos con los que se gana la vida desde que los terrenos de juego son paado para él, no es de extrañar que Fani haya caído en la tentación… A fin de cuentas, esa es la base del concurso. Y ella le ha sido infiel a Christofer con este hombre cuyo nombre, ahora sí, empieza a sonar con fuerza a pesar de haber debutado en los medios hace tiempo.
Fuente: Leer Artículo Completo