Que el tiempo pase y que su huella no sea profunda. Tras unos años de euforia por el botox parece que estamos pasando de querer borrar las arrugas a reconciliarnos con la naturalidad: envejecer “bien” es un concepto muy personal pero, a tenor del auge de las cremas de farmacia, de la nutricosmética y de los tratamientos estéticos a plazos, todas coincidimos en que queremos cuidarnos de manera más informada y más respetuosa con nuestra piel, no a cualquier precio. Por ello es necesario hablar de un nuevo ingrediente presente en algunas cremas de culto al que los expertos ya denominan “el abrigo de la piel”: la vitamina F.
La vitamina F no es realmente una vitamina, sino una mezcla de ácidos grasos que viene en dos formas, Omega 3 y Omega 6 poliinsaturados. Así lo explican en el Instituto Europeo de Dermocosmética: “La vitamina F actúa como hidratante y previene el envejecimiento cutáneo por su composición similar a las secreciones naturales de la piel, contribuyendo al mantenimiento de la película lipídica cutánea. También actúa como antidescamativo y reparador de la piel, ya que mantiene la integridad de la barrera córnea, y en procesos que cursen con sequedad y atrofia de la epidermis”. Tales son sus beneficios a largo plazo que marcas como Perricone MD han desarrollado líneas cosméticas completas con este ingrediente estrella, desde complementos alimenticios hasta cremas de uso diario.
Sérum, contorno y crema
Raquel González, directora técnica de la marca, confirma que la vitamina F es realmente un Omega fundamental para una buena salud y por ello sus aplicaciones no solamente son positivas para la piel (“hacen una barrera protectora en la piel que le devuelve ese buen aspecto que estás buscando”, detallan en su decálogo de la vitamina F) sino que además lo son también para el organismo. “El Omega 3 ayuda a mejorar el estado de ánimo, alcanzar el normopeso y mejorar la salud cardiovascular, previniendo enfermedades coronarias, por ejemplo, cuando vivimos sometidos a mucho estrés”, explica González en la marca.
Efectivamente los ácidos grasos son grandes aliados para reducir la inflamación celular que causa el envejecimiento cuando tomamos alimentos ricos en azúcares, mejoran el funcionamiento del corazón y ayudan a crear ese abrigo de humedad que impedirá que entren agentes nocivos para la piel y que perdamos la hidratación.
Además, es vegana
Del plato al neceser
La nutrición es un pilar básico a la hora de cuidar la piel y por ello, una buena rutina de vitamina F comienza en el plato y termina en el neceser. “Sin duda, cuidar la alimentación es un primer paso necesario. La dieta anti-edad del Dr. Perricone contiene alimentos ricos en Omegas como el salmón, con un alto contenido también en DMAE, un potente antioxidante”, explican en la marca.
El más famoso es el salmón pero otros alimentos, como el aceite de linaza (capaz de regular los niveles de colesterol y presión arterial, ayuda a tratar la artritis reumatoide y reduce la inflamación en todo el cuerpo) las semillas de chía (una gran fuente de minerales fortificantes para los huesos como el calcio, el fósforo, el magnesio y las proteínas) y las nueces de macadamia (que en la marca han bautizado como “la Santísima Trinidad de los ácidos grasos”, ya que contienen tres poderosos antiinflamatorios: Omega 3, Omega 6 y Omega 7), aumentan este aporte, de modo que puede ser una buena idea incluirlos, explican en la firma.
Lujo 'made in' Hungría
Contorno de ojos, sérum y crema hidratante con vitamina F: el trío antienvejecimiento
Hace tiempo que las firmas de cosmética nicho están investigando la galénica necesaria para que la piel absorba esta vitamina de manera tópica. Buenos ejemplos son Gold Rescue, de la marca húngara Omorovizca (que contiene Omega 6), Refining Moisturiser de Medik8 (famosa por incorporar también trébol rojo, con poderosas propiedades de control de sebo y de reducción de poros) o Essential Fx de Perricone MD (que combina los beneficios de estos ácidos grasos esenciales con una forma patentada un poderoso antioxidante llamado Acyl-Glutatathione).
Como siempre, la correcta aplicación resulta fundamental para potenciar el efecto de una crema, por lo que en Perricone MD explican una rutina en tres pasos, por la mañana y por la noche:
Primero, masajear suavemente las líneas de los párpados superior e inferior con el contorno de ojos enriquecido con Omegas. Aplicar una gota de sérum con vitamina F en los párpados superiores y masajear suavemente con el dedo anular hasta las esquinas exteriores de los ojos.
A continuación, aplicar 3 gotas del suero facial poniendo un punto en la frente, otro en las mejillas y otro en el mentón, y masajear rostro y cuello con movimientos ascendentes y fluidos.
Por último, completar la rutina con una crema hidratante por la mañana y con una intensiva por la noche.
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