Kate Middleton ha recuperado un vestido de Alexander McQueen que llevó en 2012 en una cena de Estado en Malasia para asistir este domingo en el Royal Albert Hall de Londres a la ceremonia de entrega de los BAFTA junto al príncipe Guillermo, presidente de los premios desde hace una década. Ha hecho algunas modificaciones en las mangas a una pieza delicada con un original escote cruzado que le sigue quedando perfecta.
El vestido de color blanco está bordado en dorado alrededor del escote, una tira lo recorre de arriba a abajo y ahora también sirve para cerrar las mangas, y está salpicado con flores de hibisco doradas, la flor nacional del país asiático donde lo estrenó. Para dar unidad al estilismo, la duquesa de Cambridge ha escogido unos pendientes de oro amarillo con flores de nácar a juego con el collar diseño de Van Cleef & Arpels y lo ha completado con un clutch también dorado de Anya Hindmarch y zapatos de Jimmy Choo. Middleton ha llevado el pelo recogido en un elaborado moño con volumen, la gran diferencia respecto a aquella cena de hace ocho años en el palacio real de Kuala Lumpur.
De esta manera, la duquesa de Cambridge atiende a la petición realizada por la organización de los Bafta que este año ha querido hacer una edición más ecológica y había propuesto a los invitados reutilizar vestidos u optar por trajes lo más sostenibles posibles siguiendo la línea marcada por los Globos de Oro donde, por primera vez, se sirvió un menú vegano. El menú de la edición numero 73 de los Bafta no estará elaborado a base de plantas pero sí será sostenible, y los responsables se han esforzado por reducir la huella medioambiental: las estrellas han llegado en coches eléctricos y la alfombra roja está hecha con materiales reciclados.
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